Con más de cinco décadas de experiencia, el Instituto de Suelos en Pinar del Río tiene la misión de proveer la base científica para el uso correcto y la conservación de este patrimonio, tarea urgente en nuestra provincia que enfrenta el desafío particular de ser la de menor fertilidad natural en el país.
Ante esta realidad, el trabajo desarrollado por la institución resulta fundamental. Según su director, el ingeniero agrónomo y Máster en Ciencias, Enrique Márquez Reina, un total de 27 especialistas promueven servicios necesarios que favorecen el mejoramiento de la tierra para el uso de los productores.
“Se dedican a la línea de los biofertilizantes, otros a la de conservación, otros trabajan en la génesis de los suelos… Damos todos los servicios analíticos, de suelo, agua y abonos orgánicos; o sea, los certificamos y damos recomendaciones a los productores de cómo mejorarlo a partir del análisis y de estudio integrales.
El laboratorio de análisis, asegura Márquez Reina, cuenta entre las fortalezas del Instituto como centro de los diagnósticos.
“A partir de esos análisis, es que se recomienda a cada productor, lo que lleva cada campo, qué tiene y cómo ha ido evolucionando el suelo. En el cultivo del tabaco, por ejemplo, está establecido un seguimiento sistemático, para garantizar la calidad de la hoja para el torcido, pues requiere de tierras de muy buena calidad. Y es el monitoreo, en el laboratorio, lo que te dice cómo se va comportando la fertilidad del suelo para que no pierda calidad la capa’’, explicó.
Manejo de suelos en Pinar del Río: ciencia y sostenibilidad frente al cambio climático
Uno de los pilares en la estrategia del Instituto de Suelos es el Programa Territorial de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Producción Sostenible de Alimentos, el cual agrupa universidades, centros de investigación y a productores desde el 2019 con valiosos resultados.
Tecnologías como la lombricultura, el compostaje y el uso de barreras vivas contra la erosión se integran para dar soluciones sostenibles a dificultades de los suelos pinareños, afán en el que el Instituto suma más de 50 años de trabajo dedicados a la promoción y facilitación de esas buenas prácticas.
Pero, aún no es suficiente; de ahí que su director, el Máster en Ciencias Enrique Márquez Reina aproveche cada oportunidad para convocar a la conciencia colectiva, hoy bajo el pretexto de celebrar el Día Mundial del Suelo.
‘’El suelo nos pertenece a todos y en consecuencia, todos debemos hacer algo por cuidarlo. Todos los días lo pisamos, lo explotamos, pero muchos no sabemos que hay que restaurar su fertilidad, favorecer su conservación para un día no tener que lamentar la ausencia de suelo donde cultivar‘’, concluyó.
Es este un llamado a la acción, sin medias tintas: cuidar el suelo es cuidar nuestra propia existencia.
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