
Cada 4 de diciembre es un día de reconocimiento a quienes hacen posible que escuchemos la radio con su intencionada combinación de voces, ambientes, música y silencios: los realizadores de sonidos, profesionales que trabajan con precisión, sensibilidad y compromiso.
En Radio Guamá, la fecha tiene rostros. Uno de ellos es Alfredo Valladares, quien desde muy joven se integró a la emisora y, con más de 20 años de experiencia, ha transitado por la realización en vivo, grabación y edición y hasta programas dramatizados, dejando en cada espacio la huella de su entrega y versatilidad. Su mirada estética y su oído entrenado hacen de cada producción una obra cuidada al detalle.
También está Jorge Luis Lezcano, quien desde la emblemática sala 500 aporta con rigor y sensibilidad a la arquitectura sonora de la emisora. Su trabajo, muchas veces anónimo para el oyente, es esencial para sostener la calidad técnica de cada emisión.
También está Víctor Tabares, otro de los realizadores que hace del sonido una forma de narrar. Su trabajo es parte esencial en la construcción de la identidad sonora de la emisora, con aportes de creatividad y rigor técnico en cada una de las emisiones que realiza. Él conoce como nadie la premura e inmediatez demandada por los espacios informativos, la paciencia que conlleva el trabajo con los niños detrás de los micrófonos, e insiste como pocos en atesorar el patrimonio sonoro transmitido por esta planta radial.
El trabajo de estos profesionales, y de muchos otros homólogos en Radio Guamá, va más allá de operar consolas. Implica escuchar con atención, anticipar necesidades, resolver imprevistos y, sobre todo, entender el lenguaje de la radio como un arte colectivo. Cada efecto, cada transición, cada ajuste de volumen, responde a una decisión pensada. No hay improvisación sin intención. No hay detalle menor.
En un medio donde la voz es protagonista, el realizador de sonido es quien le da cuerpo, atmósfera y profundidad. Es quien convierte una entrevista en una experiencia envolvente, quien transforma una crónica en un viaje sensorial. Su labor es silenciosa, pero imprescindible.
Hoy, desde Radio Guamá, celebramos a quienes hacen magia con atenuadores, cables y audífonos; a quienes llegan temprano, revisan equipos, limpian pistas, editan con paciencia. A quienes entienden que el sonido no es solo técnica: es emoción, es memoria, es comunidad.
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