Deiris Ramos Orol: «La locución es una forma de vida»

Deiris exhorta a las nuevas generaciones de locutores a nunca subestimar el impacto que pueden tener en la vida de los demás. 

Cuando Deiris Ramos Orol reflexiona sobre sus 35 años de carrera como locutora radial, evoca con cariño sus inicios en 1994 en Radio Sandino. Desde muy joven, escuchaba con frecuencia esa emisora en su ciudad natal, lo que la llevó a enterarse de una convocatoria para un curso de locución. Sin comentarlo con nadie, decidió presentarse y, para su sorpresa, fue seleccionada entre varios aspirantes.

Comenzó su trayectoria profesional en el Noticiero Municipal de Radio. Este fue un momento crucial en su carrera, ya que el género informativo, al que ella considera uno de los más desafiantes, se convirtió en uno de sus preferidos. 

Poco después fue invitada a participar en un curso para voces  informativas en la revista En Torno A, un programa del cual es locutora en la actualidad.

Deiris agradece la oportunidad de conocer a destacados locutores como Elina Pelegrí y Jesús Benítez Rubio, ambos condecorados con el Premio Nacional de Radio. Estos encuentros no solo la inspiraron, sino que también la convencieron de que la locución era su verdadera vocación. 

En el año 2000, se mudó a la capital provincial, lo que le permitió alternar su trabajo con algunas experiencias en televisión. Esta transición fue fundamental para su crecimiento profesional, ya que la locución en televisión le ofreció una nueva perspectiva y habilidades. Posteriormente, en 2005, se unió a Radio Ciudad de La Habana, donde participó en diversos programas informativos y musicales, ampliando su versatilidad como locutora.

En estos momentos, en Guamá, también disfrutamos su desempeño en espacios como Pinar quiere saber y Alborada Guajira. 

Reflexiona  que a medida que se adentra en el mundo de la locución, ha  aprendido a valorar y respetar profundamente la profesión. Deja para los más jóvenes el mensaje de que la locución no es solo un trabajo, sino una forma de vida que requiere dedicación, pasión y un compromiso constante con el buen hacer. 

Junto a los informativos, disfruta especialmente de realizar programas campesinos, donde puede explorar y compartir la riqueza de la cultura rural, dándole voz a historias y tradiciones que merecen ser contadas. 

La radio: casa, escuela y familia

Deiris expresa su agradecimiento a Noemí Balmaseda, Haydee y Xiomara, quienes la apoyaron en sus primeros pasos en la locución. También reconoce al público que siempre está pendiente de su trabajo, incluyendo a los radioyentes que la llaman para saludarla, hacerle sugerencias y, en ocasiones, manifiestan  su preocupación cuando, por alguna razón, no escuchan su voz al aire.

Asegura que trabajar en la radio es una experiencia muy integradora, que proporciona herramientas valiosas y que después de su familia está la radio en primer lugar, el espacio donde encuentra todas sus realizaciones.

La historia de Deiris Ramos Orol es un testimonio de  pasión y  dedicación en el mundo de la locución radial. Su trayectoria inspira a nuevas generaciones de locutores a seguir sus sueños y a nunca subestimar el impacto que pueden tener en la vida de los demás. 

María Catalina Baños Relova
María Catalina Baños Relova
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