En su sesión de octubre, el Consejo Nacional de Innovación, presidido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, examinó el Anteproyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El mandatario enfatizó que la futura norma debe eliminar trabas al desarrollo científico, cubrir vacíos legales y recoger los planteamientos de la comunidad científica expresados en encuentros previos por todo el país.
El Ministro de Ciencia, Tecnología y Medioambiente (CITMA), Armando Rodríguez Batista, fue el encargado de presentar el Anteproyecto, detallando que en su elaboración participaron científicos, innovadores, educadores y especialistas de varios ministerios, incluidos Salud Pública, Agricultura y Justicia.
El diagnóstico inicial que sustentó la redacción identificó carencias críticas, como la ausencia de una normativa integrada, financiamiento empresarial insuficiente, escaso acceso a divisas, falta de un programa de desarrollo del potencial humano y una débil integración de las ciencias sociales con las naturales.
Con el propósito de robustecer el texto, Díaz-Canel insistió en que la consulta del documento debe abarcar a todo el sector de ciencia, tecnología e innovación, así como a otros ámbitos de la sociedad.
Rodríguez Batista precisó que este proceso de construcción colectiva se extenderá a todas las provincias y al municipio especial Isla de la Juventud, con el objetivo de recoger los criterios de académicos, investigadores, estudiantes, empresarios, profesores y autoridades de gobierno.
Los miembros del Consejo Nacional de Innovación evaluaron el texto como sólido y propusieron fortalecerlo con esquemas novedosos de evaluación, mayor atención a las ciencias sociales, impulso a la transformación digital y una mejor preparación de los cuadros.
El Ministro del CITMA informó que el Anteproyecto se sustenta en una veintena de principios, entre los que destacan emitir un documento jurídico de alto rango, avanzar hacia un sistema fortalecido y reconocer a las empresas innovadoras como entidades de ciencia y tecnología.
La propuesta, estructurada en ocho capítulos, abarca todos los niveles y actores, con énfasis en la innovación, la transición hacia una economía del conocimiento y la inserción internacional de la ciencia cubana.
Rodríguez Batista añadió que se mantendrán vigentes las disposiciones específicas del sistema que ya han sido actualizadas y son coherentes con los nuevos principios.
Con unas mil 500 personas involucradas en la consulta inicial, el proceso de debate continuará en todo el país con el fin último de consolidar una norma jurídica que involucre a la sociedad en su conjunto.
(Con información de la Agencia Cubana de Noticias y Foto de Presidencia de Cuba.)
