Con solo 16 años, el pinareño Pablo Esteban Gómez Puentes, se unió al llamado de la Revolución Cubana para integrar el Ejército Rebelde. Dos años después, en abril de 1961 previo a los días de la invasión por Playa Girón, llegaría a la Isla de la Juventud para desde allí evitar el posible desembarco del enemigo.
Como parte de una columna especial de combate, el jovencito fue trasladado para la entonces «Isla de Pinos», integrando las dotaciones de la artillería antiaérea que se posicionaron en la serranía pinera, cerca de la costa. Allí, junto a la fragata Baire enfrentarían a los aviones de la brigada contrarrevolucionaria 2506.
«No dejamos ni un minuto de disparar a los aviones. En aquel enfrentamiento perdieron la vida dos valerosos jóvenes que maniobraban las ametralladoras 50 del buque: Juan Alarcón Rodríguez, a quien un disparo alcanzó en la cabeza y Gerardo Cárdenas, que la metralla le destrozó las piernas», recuerda.
Desde aquel abril de 1961, la vida de este combatiente revolucionario ha estado muy unida al desarrollo de la Revolución, desde que salió de su terruño en San Luis. Este poeta atrevido, como se califica él mismo, describe su vida en versos que también evocan la epopeya de Playa Girón.
