Rodeada del amor de sus hijos, nietos y vecinos. Así llegó Ana María del Llano Barredo a los 104 años de edad, en su casa del reparto Ceferino Fernández Viña en el municipio de Pinar del Río.
Es ella una abuela de carácter jovial y memoria envidiable que asegura: “Hacer siempre el bien, una alimentación sana y dar mucho amor, esas son las claves para alcanzar la longevidad”.
Varias anécdotas cuenta la anciana patriarca de familia; algunas de cuando albergaron en su casa a los alfabetizadores de 1961, otras sobre los reiterados encuentros con el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuando ella integraba el equipo de la Defensa Civil en la provincia.
A pesar de su avanzada edad, sus hijas aseguran que ella lleva las riendas de la casa. Ana María confiesa además, sentirse orgullosa de su amplia ralea de 60 descendientes: siete hijos, 16 nietos, 28 bisnietos y nueve tataranietos, los cuales le arropan de cariño.
(Escucha aquí las declaraciones)
Cifras recientes ubican a Pinar del Río como la cuarta provincia más envejecida del país. Cerca del 23 porciento de los habitantes del territorio superan las seis décadas de vida. Pero, historias como las de Ana María continúan siendo excepcionales.
