La radio en Revolución (VI)

Entre abril y julio de1961, llevamos a cabo en la provincia de Pinar del Río el proceso de socialización de las siete emisoras de radio que eran de propiedad privada.

Cambios radicales

Entre abril y julio de1961, en poco más de tres meses, llevamos a cabo en la provincia de Pinar del Río el proceso de socialización de las siete emisoras de radio que eran de propiedad privada.

No se trataba únicamente de estatizar pequeñas empresas; tenía lugar, a partir de aquel momento, un cambio radical en la prestación y los fines de este servicio público.

Supresión de los anuncios comerciales

Un paso previo fue la eliminación a nivel nacional, desde el 18 de marzo (1), de los anuncios comerciales que saturaban los espacios entre programas, con el único objetivo de proveer de más ingresos a los industriales capitalistas como resultado de una promoción desenfrenada del consumo.

Desde aquella fecha las “cuñas publicitarias” comenzaron a reflejar las campañas de interés social que estaban priorizadas. En primer lugar, la campaña de alfabetización, donde la radio jugó un papel crucial debido a los altos niveles de analfabetismo que había en las zonas rurales de la provincia.

En 1961, particularmente después del mes de marzo, la radio reflejaba con prioridad los mensajes relacionados con la Campaña Nacional de Alfabetización. Foto tomada de Internet.

También se radiaban mensajes sobre otros temas de bien público: salud, deportes, producción, ahorro, vigilancia revolucionaria, defensa del país y fabricación y recuperación de piezas de repuesto.

El Consolidado de la Publicidad del INRA y la agencia Intercomunicaciones enviaban las grabaciones en discos de vinilo de las nuevas “cuñas publicitarias” y siguieron pagando mensualmente a las radiodifusoras lo que estaba contratado, para no afectar su sostenibilidad económica.

Las emisoras locales mantuvieron en el aire, durante cuatro meses más, las menciones y los programas patrocinados por los comercios que aún no habían sido nacionalizados.

Perspectiva ideológica y cultural

Numerosas y educativas fueron las reuniones y conversaciones con César Escalante (2), para proyectar y encauzar el proceso de nacionalización de las emisoras, aunque en realidad fueron compradas por el Estado.

Concluida esta primera etapa el primero de julio de 1961, se efectuaron otras reuniones mensuales con César Escalante y la dirección de la Oficina de Radiodifusión para chequear la marcha del trabajo y la consolidación de las emisoras dentro de la nueva estructura organizativa, el control del presupuesto y los conceptos que debían introducirse en la programación y los contenidos en general.

Cesar Escalante no sólo abordaba con sabiduría y magisterio político la perspectiva ideológica y cultural que debía tener la programación radial y televisiva; también orientaba el trato humano que debían recibir los ex-propietarios y los trabajadores   que se incorporaban al sector estatal.

Sus palabras fueron lecciones que enriquecieron mis incipientes conocimientos sobre la dirección en la radio, los periódicos provinciales, el trabajo político-ideológico y como parte de este, la propaganda revolucionaria. (3).

En cada emisora

Armado con aquellas enseñanzas y orientaciones, visité cada una de las emisoras existentes entonces en la provincia de Pinar del Río; la mayoría en la ciudad cabecera y una en cada uno de los municipios de San Cristóbal, Artemisa y Viñales.

El primer contacto oficial lo hacía con el propietario y si estaba ausente en ese momento, hablaba con el administrador y empezábamos a trabajar.

Cuando se incorporaba el dueño, le entregábamos copia de la resolución del Ministerio de Comunicaciones sobre la expropiación forzosa de la empresa con indemnización y procedíamos a la revisión y firma del acta final.

Me acompañaron en esta tarea, como apoyo profesional, un contador de la Dirección Provincial de Comunicaciones y un trabajador de CMAB-Voz del INRA, conocedor de los transmisores y del equipamiento técnico en general.

En cada emisora levantamos un inventario con detallada pulcritud de los medios básicos, locales, equipos y otros bienes con la tasación correspondiente.  Se hizo el acta final y se conformó un expediente con copias para el propietario, las oficinas nacional y provincial y la unidad de base.

Igualmente, presentamos a quien asumía entonces el cargo de director. Puedo afirmar que todos los propietarios estuvieron de acuerdo con el resultado final. El pago fue cumplido mediante mensualidades, en las agencias del Banco Nacional. 

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Desde el primer encuentro le informé a los propietarios la disposición de proponerles varias ofertas de empleo en dependencias y empresas estatales. Ninguno aceptó. El administrador de CMAD Radio Artemisa, fue reubicado como periodista en la misma emisora. La administradora de CMAS Cadena Occidental de Radio y hermana del dueño, se quedó trabajando en la planta, al igual que otros familiares.

Efectuamos también reuniones informativas con cada colectivo laboral, explicándoles el proceso de expropiación y respondiendo las preguntas y preocupaciones que expresaban ante algo novedoso. Dejamos bien claro que el financiamiento de la emisora, a partir del 1 de julio de ese año, incluidos los salarios, sería asumido por el presupuesto del Estado. 

La totalidad de los trabajadores fueron ratificados en sus empleos y en el caso de los emplantillados en las tres emisoras que no estaban en el aire, fueron reubicados en las demás o en plantas retransmisoras, según sus profesiones.

Se mantuvieron los sueldos mensuales y las tarifas del personal eventual contratado, la mayoría ejecutantes de música campesina.

Principales protagonistas

Al cierre del segundo trimestre del año 1961, concluimos la primera etapa de un proceso muy complejo, intenso y realizado en muy corto periodo de tiempo. Debo consignar la colaboración prestada por las direcciones municipales de las ORI y otros organismos locales de los cuatro municipios donde existían emisoras.

No obstante, los cambios radicales y algunos sorprendentes, las emisoras no dejaron de transmitir ni un solo segundo ya que contamos con el respaldo y la activa participación de sus propios trabajadores.

Continuará…

Notas:

  1. LUIS LOPEZ, Oscar, La Radio en Cuba, página 446, Editorial Letras Cubanas, año 2002.
  2. Responsable de la COR de la Dirección Nacional de las ORI.

ABREU MUJICA, Pedro, El precedente pinareño a la gestación del ICR, después ICRT, Facebook, 24 de mayo de 2024. Internet. Visto 23 de noviembre de 2025.

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