
Pocos municipios de la provincia de Pinar del Rio tienen el servicio de cajeros automáticos, tan demandado y útil en nuestros días para extraer el efectivo con que podemos zanjar algunas de nuestras necesidades.
Lo anterior crea sus dificultades y a la vez permite que haya aparecido una nueva figura en nuestro entorno para delinquir. Es aquella persona que se dedica a hacer la cola para extraer dinero y luego cobra un interés por ello.
Ya se les conoce popularmente como mochileros, llegan a las colas bien temprano o están en componenda con otros de su mismo negocio para que les marquen y cuando les toca el turno, te puedes sentar porque tienen un número importante de tarjetas en sus manos y todas las van a emplear.
Ponerle coto a ello, lamentablemente, ha quedado en manos de alguien de la cola cuando en realidad el banco debería estar más implicado, porque le corresponde.
Sí, la labor de la institución está más allá de ponerle límites a la cantidad de efectivo a extraer, debe entenderse hasta que el dinero llegue a las manos de quien demanda lo depositado en su cuenta.
Sucede con quien entra a la entidad, en ella se vela por el orden. Lo mismo debe hacerse con el servicio que se presta desde los cajeros automáticos.
Y con tal control se reduciría a su mínima expresión la posibilidad de que alguien cobre una cantidad de dinero por extraerte lo que tienes en tu tarjeta; acción que es desdeñable, no son tiempos de aprovecharse de la necesidad o limitación de otro, y mucho menos de permitirlo.
Es decir, se impone erradicar estas conductas porque son irrespetuosas e incomodan a los que están en la cola, pues la estancia puede tomar hasta un día entero por diversas razones, de ahí que alargarlas más a partir de estos llamados mochileros y estirar la paciencia hasta casi lo imposible, eso nunca será recomendable.
Pongamos atención al asunto para que no sea este un problema que se entronice de manera definitiva.
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