
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció hoy el trasfondo racista de la nueva prohibición de entrada a Estados Unidos para nacionales de varios países, incluida la nación caribeña.
A través de la red social X, el canciller cubano calificó la medida —impulsada con apoyo de políticos anticubanos— como un acto que «perjudica el contacto familiar y obstaculiza los intercambios personales, profesionales, académicos y culturales» entre ambos países.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump firmó la víspera una proclamación que restringe de manera total los viajes desde 12 naciones: Afganistán, Birmania, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
A la vez, “restringe y limita parcialmente” la entrada de ciudadanos de siete países que, según la directiva, “también representan un alto nivel de riesgo para Estados Unidos”, son ellos: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Sobre la nación caribeña, Trump reiteró acusaciones consideradas «falsas y arbitrarias» por La Habana, al señalarla como «estado patrocinador del terrorismo» y afirmar que su gobierno «no coopera en el intercambio de información policial».
(Con información y foto de Prensa Latina)