
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado a través de la plataforma Truth Social el envío inmediato de tropas federales a la ciudad de Portland, Oregon, una medida que, según dijo, es necesaria para enfrentar lo que calificó como una amenaza de “terroristas domésticos”.
En su publicación, el mandatario detalló que autoriza “el uso de toda la fuerza, si es necesario” para restaurar el orden.
La declaración presidencial ordena específicamente al Departamento de Defensa que proporcione “todas las tropas necesarias para proteger Portland, devastada por la guerra”, una descripción que contrasta con la realidad actual de la ciudad.
Trump justificó la decisión afirmando que el objetivo principal es proteger las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), las cuales describió como «sitiadas por los ataques de Antifa y otros terroristas nacionales».
La medida se produce en un contexto de creciente tensión en el área de las afueras del centro de Portland, donde se han registrado protestas recurrentes frente al edificio de ICE. En estos enfrentamientos, tanto agentes federales como manifestantes han reportado heridos y se han presentado acusaciones de agresión.
La respuesta local no se hizo esperar. El alcalde de Portland, Keith Wilson, se pronunció el viernes por la noche, señalando que la ciudad ya estaba experimentando un incremento repentino de la presencia federal. “No les pedimos que vinieran. Están aquí sin un precedente ni un propósito claros”, dijo el alcalde demócrata Keith Wilson, al describir la llegada de vehículos blindados y agentes a las calles.
Portland, una ciudad de mayoría demócrata, fue epicentro de prolongadas protestas por la justicia racial tras el asesinato de George Floyd en 2020, unos disturbios que generaron gran preocupación a nivel nacional. La actual decisión del presidente Trump es interpretada por analistas políticos como la última de una serie de movimientos dirigidos a bastiones demócratas.
Ofensiva a bastiones demócratas
La estrategia de despliegue de fuerzas federales en ciudades gobernadas por demócratas se ha convertido en un patrón de la administración Trump en 2025.
Anteriormente, se han enviado tropas a Los Ángeles, California, en junio; a Washington D.C., en agosto; y a Memphis, Tennessee, en septiembre.
En el caso de Memphis, se espera la llegada de 150 efectivos y su gobernador –republicano– ha aclarado que las tropas no realizarán arrestos ni estarán armadas a menos que las autoridades locales lo soliciten expresamente.
La lista de posibles destinos futuros para este tipo de intervenciones incluye ciudades como Chicago, Illinois, donde Trump amenazó a finales de agosto con enviar a la Guardia Nacional, una situación que hasta ahora no se ha materializado.
Otras urbes en la mira son Baltimore, Maryland; San Francisco, California; Nueva Orleans, Louisiana; y St. Louis, Missouri. Todas estas comparten una característica común: sus electores son predominantemente demócratas.
La justificación del presidente no se centra en la afiliación política de los gobiernos locales, sino en lo que él describe como altos niveles de delincuencia que, a su juicio, requieren una intervención federal decisiva. Esta postura continúa avivando el debate sobre los límites de la autoridad federal frente a la autonomía de los gobiernos estatales y municipales.
(Tomado de Cubadebate)
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