
Durante tres años consecutivos el municipio pinareño de Guane ha mantenido en cero la tasa de mortalidad infantil, una estadística que adquiere mayor renombre cuando se piensa en la felicidad de las muchas familias que han recibido sin contratiempos a sus descendientes.
En lo que va de 2025, tampoco se registran allí muertes de neonatos. Asimismo, exhiben bajos índices de mortalidad materna y de bajo peso al nacer. Entre los especialistas que favorecen esos resultados, destacan los que laboran en el hogar materno “8 de marzo”, enclavado en el propio territorio.
PAMI en Pinar del Río: garantía para la familia
En la institución prestan una atención diferenciada y sistemática a las gestantes con trastornos nutricionales y otros padecimientos asociados al embarazo, como la hipertensión arterial y la diabetes gestacional. El propósito es modificar los factores de riesgo que presentan las pacientes, para que ellas y sus criaturas lleguen en forma adecuada al momento del parto.


La licenciada en enfermería Yoana Díaz Correa, supervisora del centro, resaltó la labor de educación para la salud que allí reciben las mujeres en estado de gestación, principalmente sobre los cuidados del pequeño y los beneficios de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses después del nacimiento.
“Las gestantes aquí reciben la atención de médicos, enfermeras, nutriólogas. De conjunto realizamos charlas educativas, ejercicios que las preparen para el parto… A veces, en días específicos de la semana incorporamos también algunos familiares para explicarles cómo debe ser la lactancia materna, cómo tener un parto más satisfactorio y una recuperación exitosa después”, explicó la especialista.
Escuche aquí la información completa:
La provincia de Pinar del Río cuenta con siete hogares maternos cuya labor repercute de forma directa en la tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos –la segunda más baja del país- que registró el territorio al cierre de 2024.
Le puede interesar:
Un Padrino de Esperanza: La historia del Dr. Lázaro Labrador Cruz