
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió hoy sobre el aumento del hambre en el mundo y el incremento de los precios de los alimentos a niveles inalcanzables.
En el Segundo Balance de la Cumbre de la ONU sobre los Sistemas Alimentarios, en Addis Abeba, alertó que un tercio de la población global no tiene acceso a una dieta saludable, mientras que igual proporción de los alimentos se pierde o desperdicia.
Los costos ocultos de esta crisis -en salud, medioambiente y sufrimiento humano- superan los 10 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el Producto Interno Bruto (PIB) de África, señaló Guterres en un mensaje en video.
«No se trata solo de una crisis de escasez, sino de justicia, equidad y clima», afirmó. Además, expresó que casi el 40 por ciento de la fuerza laboral mundial depende de los sistemas alimentarios, pero muchos de estos trabajadores siguen sumidos en la pobreza.
El cambio climático y los conflictos armados agravan la situación. Guterres destacó que las alteraciones en las cosechas y las cadenas de suministro, junto con crisis humanitarias como las de Gaza y Sudán, están profundizando la inseguridad alimentaria.
Ante esto, exigió que el hambre no sea utilizada como arma de guerra y abogó por sistemas alimentarios sostenibles que impulsen los Objetivos de Desarrollo de la Agenda 2030.
Entre las soluciones propuestas, resaltó la necesidad de empoderar a mujeres y jóvenes, ampliar los programas de alimentación escolar e invertir en agroecología.
Puso como ejemplo a Etiopía, donde las políticas de adaptación climática y el fomento de la producción local de trigo han reducido la dependencia de importaciones y generado empleo.
Sin embargo, recalcó que los gobiernos no pueden actuar solos: «El sector privado debe desempeñar un papel clave, desde la innovación y la logística hasta las finanzas y la inversión, con prácticas responsables alineadas al bien común».
Finalmente, Guterres subrayó la importancia de políticas integradas y un marco global que vincule la agricultura con la salud, el clima, el comercio y las finanzas.
También destacó el potencial de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para optimizar la producción, reducir el desperdicio y crear empleos dignos.
«Debemos combatir la desigualdad y garantizar el derecho a la alimentación para todos», concluyó.
(Con información y foto de Prensa Latina.)