
Pinar del Río presume de su fertilidad en los suelos y de sus paisajes únicos; sin embargo, enfrenta desafíos críticos como la erosión, la sequía y la pérdida de biodiversidad.
A fin de conocer cómo la ciencia combate estos problemas, Radio Guamá conversó con el Máster en Ciencias, Enrique Márquez Reina, director del Instituto de Suelos en la provincia, quien detalló sobre prácticas de manejo sostenible implementadas aquí y el vínculo de estas a la Tarea Vida, Plan de Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático.
¿Qué es el manejo sostenible de suelos y por qué es esencial en Pinar del Río?
“El manejo sostenible de suelos es un conjunto de prácticas implementadas de forma conjunta con el objetivo de reducir la degradación de nuestros suelos. Estas prácticas son vitales para contrarrestar los factores degradativos en una provincia vulnerable. Incluyen la siembra de barreras vivas contra la erosión, la siembra a contorno, sistemas para minimizar el impacto directo de la lluvia, la incorporación de abonos verdes y la aplicación de abonos orgánicos. Todo esto contribuye a que los suelos estén mejor preparados para mitigar los efectos del cambio climático».
¿Qué impacto han tenido hasta la fecha estas prácticas?
“En la provincia se ha ejecutado un grupo de proyectos, nacionales e internacionales, con muy buenos resultados. Por ejemplo, el Proyecto OP-15 de manejo sostenible de tierra, que promovió la implementación de tecnologías como producción de abonos orgánicos, compostaje y lombricultura, técnicas clave para transformar materiales orgánicos y mejorar los suelos.
“Por otra parte, las barreras vivas han sido efectivas para contener la erosión en pendientes, evitando la pérdida de suelo hacia ríos y arroyos, protegiendo así su función vital para la producción de alimentos. Y hemos tenido resultados positivos en unidades productivas como por ejemplo, la CPA Jesús Suárez Soca, donde mediante el proyecto OP- 15 se implementó un plan de rotación de cultivos que incrementó la diversidad gracias a la mejora del suelo.
“Está la reconocida Finca Tierra Brava en el municipio de Los Palacios, donde se logró un manejo integral del suelo y las plantaciones, estableciendo áreas de frutales e integrando sistemas silvopastoriles con rotación animal. Y está el Polo Productivo Hermanos Barcón donde se evaluaron condiciones de suelo y clima para determinar la ubicación óptima de cultivos, aumentando los rendimientos al sembrar lo adecuado en cada suelo.”
¿Cómo contribuye este manejo a la seguridad alimentaria?
“La soberanía alimentaria está contemplada dentro del programa de desarrollo de la actividad de suelo hasta 2030. Las prácticas sostenibles han demostrado su eficacia. La mejora de la salud del suelo permite producciones más intensivas y estables, incluso ante desafíos como la sequía o eventos climáticos extremos, comunes en la provincial. Recordemos que el 95% de los alimentos provienen del suelo”.
¿Es aplicable el manejo sostenible en ecosistemas hídricos?
“Sí, la cuenca del Cuyaguateje es un ejemplo clave. La conservación de esa cuenca es muy importante. Allí, las buenas prácticas implementadas con productores aledaños resultan esenciales: la siembra de barreras vivas en zonas de mayor pendiente; la promoción de policultivos para una mayor cobertura y protección del suelo contra la erosión y el impacto de la lluvia; y el uso de abonos orgánicos que mejoran la infiltración del agua y reducen la escorrentía, que arrastra el suelo.
“Se ha llevado un trabajo constante, sistemático, en cuanto a la capacitación de los productores para que comprendan la importancia del cuidado del suelo y las tecnologías amigables con el medio ambiente que también elevan la productividad”.
Tarea Vida en Pinar del Río: una apuesta por la resiliencia y la sostenibilidad ambiental
¿Cómo se articula este manejo con los objetivos de la Tarea Vida?
“El Instituto de Suelos en Pinar del Río tiene la misión de proveer toda la base científico-técnica para el correcto uso, manejo y conservación del recurso suelo en la provincia, en concordancia con la mitigación del cambio climático. Esta misión está intrínsecamente ligada a los objetivos estratégicos del plan estatal”.
El manejo sostenible de los suelos en Pinar del Río, guiado por la ciencia del Instituto de Suelos y alineado con la Tarea Vida, demuestra ser mucho más que propuestas teóricas; se trata de un camino tangible y necesario para garantizar la seguridad alimentaria y construir resiliencia frente a los embates del cambio climático.
En este sentido, cada acción cuenta: desde el agricultor que implementa técnicas agroecológicas hasta las políticas que intencionan la protección de cuencas y suelos.
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