
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este sábado el inicio de una Gran Jornada de Alistamiento en respuesta a lo que considera crecientes presiones por parte de Estados Unidos.
A través de su canal de Telegram, el mandatario convocó a la población a sumarse a esta movilización los días 23 y 24 de agosto en las Plazas Bolívar y unidades militares de cada comunidad, con el objetivo de «estar en la primera fila de la defensa de la soberanía y la paz nacional».
El anuncio fue acompañado de un video que muestra efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en el que se afirma: «Nunca más la bota de imperio alguno mancillará este suelo. No hay aire, mar o tierra a donde no llega la Milicia Nacional Bolivariana. Demos un paso al frente y cuidemos lo que es nuestro».
Esta medida se enmarca en una escalada de tensiones con Estados Unidos, tras el despliegue de fuerzas navales y aéreas de ese país en el sur del mar Caribe, argumentado como parte de la lucha contra el narcotráfico.
Frente a esto, Maduro anunció previamente un plan especial para activar a más de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional, describiéndolos como «preparados, activados y armados».
El gabinete venezolano rechazó categóricamente las acciones de Washington, calificándolas como una agresión subrepticia carente de sustento real.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, reforzó esta postura afirmando que «el planeta entero sabe que el verdadero cártel está en el norte».
Maduro fue más allá en sus acusaciones, tildando las acciones estadounidenses de «zarpazo terrorista militar» dirigido a provocar un cambio de régimen, acto que consideró «inmoral, criminal e ilegal».
Contó con el respaldo de la Asamblea Nacional, que aprobó una decisión de proteger la soberanía y la paz ante la presión externa.
Jorge Rodríguez, presidente del órgano legislativo, ratificó el compromiso de defender la soberanía nacional y repudió los planes que, según dijo, buscan vulnerar el mandato del presidente constitucional.
La postura venezolana ha encontrado eco en varios gobiernos de América Latina y el Caribe, incluyendo México, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Colombia y los países integrantes de la ALBA, quienes se opusieron a cualquier operativo militar que viole la soberanía regional.
A este apoyo se sumaron China y Rusia, naciones con las que Venezuela mantiene relaciones estrechas, consolidando un frente de respaldo internacional ante la crisis.
(Con información y foto de Rusia Today en Español.)