Las vicisitudes de El Corojo (XVI)

En los meses de septiembre y octubre la dirección provincial del Movimiento 26 de Julio, de Pinar del Río envió dos veces a Miami a la combatiente clandestina Marta Luisa Fuego Rodríguez, con el objetivo de traer información.

José Llanusa Gobel, organizador del Comité del Movimiento 26 de Julio, en el exilio, durante los últimos años de la tiranía de Batista. Ayudó en la adquisición de armas en Estados Unidos, con destino a los guerrilleros pinareños.
José Llanusa Gobel, organizador del Comité del Movimiento 26 de Julio, en el exilio, durante los últimos años de la tiranía de Batista. Ayudó en la adquisición de armas en Estados Unidos, con destino a los guerrilleros pinareños.

Pancho González llevaba solo unos días en Ciudad de México a donde llegó con Luis Reyes para incrementar las compras de armas que ya venía haciendo el Dr. Heliodoro Martínez Junco (1), cuando lo contactó un enviado de Delio Gómez Ochoa (2) con un mensaje escrito. Delio quería conocer cómo marchaban los inicios de la misión. La misma persona que viajó desde La Habana llevaba otra comunicación para Gustavo Arcos Bergnes (3) donde Delio recababa ayuda para la operación que Pancho iba a realizar.

En los meses de septiembre y octubre la dirección provincial del Movimiento 26 de Julio, de Pinar del Río envió dos veces a Miami a la combatiente clandestina Marta Luisa Fuego Rodríguez (4), con el objetivo de traer información. Los escritos los llevó dentro de tubos de pasta y únicamente debía entregarlos a Pancho González y en su ausencia a Luis Reyes.

La primera vez no pudo localizar a Pancho y se reunió con Luis Reyes. En aquella visita conoció y conversó personalmente con Haydee Santamaría Cuadrado (5).  Diez días después Marta Fuego volvió a la ciudad norteamericana y esta vez se entrevistó con Pancho González y pudo traer para Cuba información más actualizada y completa.

Cargamento incautado por la policía norteamericana

El 20 de septiembre Pancho González se había reunido en Miami con responsables del Movimiento 26 de Julio en el exilio, para explicarles los objetivos de su nueva misión. Les planteó, y así se acordó, que le pusieran el material bélico que compraría en la frontera con México, ya que él no tenía experiencia ni suficientes conexiones para moverla dentro de los Estados Unidos. Los dirigentes locales le brindaron facilidades y apoyo para el desarrollo de la tarea.

Después habló directamente con los militantes responsabilizados en hacer el traslado de los fusiles y la planta de radio adquiridas y les puntualizó que la mercancía debía ser movida clandestinamente y por la vía marítima, pues era la única manera que podía llegar a la frontera donde la esperaba un hombre   comprometido a llevarla hasta la ciudad de México.

Una vez que ultimó todos los detalles, Pancho regresó a la capital mexicana. Entonces encargó a Luis Reyes que fuera para Miami con 5 mil dólares, la mitad del costo de la compra y la indicación de supervisar y asegurar que se cumpliera lo acordado para el trasiego de las armas. El otro 50% sería abonado cuando llegara el dinero de Cuba.

Luis Reyes, desconociendo las instrucciones de Pancho, no se ocupó de controlar el cumplimiento de los acuerdos relacionados con el traslado del armamento, que contradictoriamente se hizo en una rastra por carretera y en el trayecto cayó en manos de la policía de Estados Unidos, posiblemente delatada por los propios vendedores. Algo que previsoramente Pancho quiso evitar utilizando la vía marítima.  Fue una pérdida material y del tiempo empleado.

Las vicisitudes de El Corojo (XV)

Luis Reyes se había dedicado parte importante del tiempo, sin autorización de Pancho, a gestionar y efectuar dos entrevistas con dirigentes del autenticismo insurreccional. Una con el expresidente Carlos Prío Socarrás, quien le negó la cooperación solicitada, y la otra con José B. Alemán (6) que le prometió incorporarlo en una hipotética invasión que dijo estar preparando.

Además de las dificultades para adquirir las armas, Pancho, desconocedor de lo sucedido hasta muchos días después, empezó a enfrentar problemas con Luis Reyes (7) un hombre que había viajado para ayudarlo en la operación y que, de retorno a México, se apartó definitivamente de la tarea que le había asignado el Movimiento 26 de Julio, alegando que quería estar tranquilo. Pancho desde entonces lo calificó de traidor.  

El 2 de octubre Pancho se desplazó a Miami para realizar nuevas compras y envíos de armas. Los dirigentes locales del Movimiento repusieron gratuitamente una cantidad de armas similar a la incautada por la policía en compensación por el error cometido, agregaron otros medios donados para la provincia y la mercancía que se compró en esta oportunidad. Este cargamento se movió por vía marítima hasta la frontera con México, como se había acordado desde el principio, primera estadía antes que siguiera para la costa sur de ese país.

Informe manuscrito

En una carta-informe a la Dirección Provincial del Movimiento 26 de Julio de fecha 31 de octubre (8), Pancho escribió lo siguiente: “A pesar de los grandes inconvenientes, ya está logrado casi en su totalidad (9), ello, sépanlo ustedes, constituye un record, pues en dos meses desde que llegó el dinero a mis manos ya casi estamos listos para entrar en Cuba”. Grupos insurreccionales con más recursos se demoraron más tiempo o fracasaron en algunas fases del proceso preparatorio de empresas similares.

Pancho estaba desesperado por salir para Cuba con los pertrechos tan necesarios para continuar la guerra en las montañas pinareñas.  El triunfo de la Revolución, el 1ro. de enero de 1959, lo sorprendió, en unión del Dr. Heliodoro Martínez Junco, llevándolos para las costas del sur de México, de donde saldrían en una embarcación rumbo a Cuba.

En esta etapa también contó con la ayuda de la dirección del Movimiento 26 de Julio en el exilio, especialmente de José Llanusa Gobel (10), quien aseguró la adquisición y traspaso del equipamiento bélico desde la ciudad de San Antonio, en Texas, con lo que se incrementó el arsenal acumulado para infiltrarlo en nuestro país.

Continuará…

Notas:

  1. Médico cirujano, segundo jefe de la expedición de El Corojo. Después del triunfo de la Revolución fue Ministro de Salud Pública.
  2. Comandante del Ejército Rebelde. Delegado Nacional de Acción del M-26-7. Nombres de guerra Marcos y Bartón.
  3. Uno de los responsables del Movimiento 26 de Julio en México. Participó en el asalto al cuartel Moncada. Después del triunfo de la Revolución fue embajador en Bélgica, posteriormente se unió a los grupos contrarrevolucionarios.
  4. Entrevista hecha por el autor a Marta Luisa Fuego Rodríguez. Inédita.
  5. Asaltante al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953. Delegada de Fidel y financiera del Comité del M-26-7 en el exilio.
  6. Hijo de José Braulio Alemán, ministro de Educación del gobierno de Ramón Grau San Martín, connotado malversador de los fondos del Estado que amasó una enorme fortuna en el estado de la Florida y en Cuba. Su hijo conocido por Alemancito, estuvo involucrado en grupos insurreccionales vinculados al Partido Autentico.

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