Las vicisitudes de El Corojo (XIV)

La mayoría de las armas que se trajeron en la expedición de El Corojo fueron utilizadas para combatir a la tiranía en la montaña y ciudades.

Foto de la época. Jesús Suárez Gayol, expedicionario de El Corojo. Estuvo alzado en Pinar del Río y fue uno de los jefes de acción y sabotaje.

Ante Delio Gómez Ochoa no solo estaba Pancho González, también había otros miembros de la Dirección Provincial del Movimiento 26 de Julio y expedicionarios de El Corojo. Delio recuerda de aquella reunión:

«Pancho nos explicó con muchos detalles lo que había pasado con la expedición de El Corojo y en aquel momento tomamos la decisión que él y Pablo Fernández Alegre, fueran a la Sierra a explicar eso mismo que nos habían dicho a nosotros, explicárselo a Fidel, que no estaba contento con lo que habían hecho con las armas que trajeron desde México”.

“Un tiempo después que se fue Daniel (1) para la Sierra, me escribió una carta para pedirme nuevamente que mandara a Pancho, y yo ni le contesté, creía que ya no era necesario, procedente ni justo mandar a Pancho ni tampoco a Pablito para la Sierra; porque nosotros entendimos, después de haber visto todo lo que había en Pinar del Rio y la organización que tenían, que no hacía falta mandar a Pancho para la Sierra Maestra”.

Más adelante añadió: Todo lo que ocurrió fue responsabilidad de la Dirección Nacional de las Milicias, que no creó las condiciones mínimas para el éxito del desembarco, no teniendo Pancho ninguna responsabilidad relacionada con los hechos que propiciaron que una parte mínima de las armas fuera descubierta y ocupada por el Ejército, que en la prensa, tergiversó y manipuló la información mediante un parte oficial, mintiendo sobre la cantidad de armas ocupadas, muy inferiores a las cifras divulgadas” (2).

“Esas informaciones y otras versiones similares, afirmó, fueron las que llegaron al conocimiento de Fidel y de nosotros en la Sierra Maestra, por eso nuestra investigación se hizo con fuentes confiables y con los que participaron directamente en los hechos».

Confianza en Pancho

En base a los resultados obtenidos en la indagación que inició desde que llegó a La Habana, y que en lo fundamental terminó en aquella reunión, es que Delio cambió la decisión inicialmente tomada y así se lo informó a Fidel, que estuvo de acuerdo.

“Lo que decidimos definitivamente fue renovar nuestra confianza en Pancho y que él y Pablito (3) se prepararan de nuevo para traer otra expedición igual, con la experiencia y los contactos que tenían en los Estados Unidos, México y aquí en el Puerto de La Coloma”.

En carta a Fidel, de fecha 14 de julio de 1958, Delio le expresó: En Pinar del Río es donde la cosa marcha mejor, pues allí está Pepito (4) hace ya un mes y tiene fabricados 7 detonadores iguales que los de allá. Además, tiene fabricado también 20 minas, diez de diez libras y diez de veinte, hechas de hierro igual que las nuestras. Tiene allí situado en el taller, material para 600 sputnik para los que se utilizan escopetas.

En la propia carta le anunció a Fidel: Pronto tendremos un desembarco para apertrechar de equipo suficiente a nuestras patrullas, a tal efecto comisioné al compañero Pancho González que trajo la expedición del Corojo, para que hiciera una recaudación con destino al equipo para Pinares (5). La recaudación se hizo ascendente a treinta mil pesos y ya los muchachos están en México.

Una nueva etapa

Se inició una nueva etapa en la lucha contra la tiranía de Batista. La mayoría de las armas que se trajeron en la expedición de El Corojo fueron utilizadas para combatir a la tiranía en la montaña y ciudades (6). Las que guardó Juan Palacios, cuando disolvió su grupo guerrillero, fueron recuperadas por Francisco Lemus Cuevas (Franco) y Manuel Rodríguez Nodarse (Bola Prieta), por órdenes de Rafael Ferro Macías (Ferrito), y con ellas se fundó el frente guerrillero dirigido por Dermidio Escalona, el 26 de julio de 1958.

Pistolas Star automáticas de ráfaga, también del Corojo, se emplearon por los guerrilleros pinareños y los integrantes de los grupos de acción y sabotaje de La Habana, bajo las ordenes de Gustavo Ameijeiras Delgado (Machaco) (7).

El compañero José Ramón Álvarez Acosta (César), salió de la cárcel y comenzó a ejercer como coordinador provincial del Movimiento 26 de Julio. Jesús Suárez Gayol (Dionisio) y Pablito Fernández Alegre, se dieron a la tarea de reorganizar las milicias en la ciudad de Pinar del Río, San Luis y San Juan y Martínez (8).

Suárez Gayol (9) fue de los expedicionarios del yate El Corojo. En compañía de Armando Pampillo (10), llevó a cabo una riesgosa acción de sabotaje en la emisora CMAL (11), cuando aquello arrendada a un hijo del alcalde municipal Panchito Sánchez. En esta acción Suárez Gayol sufrió serias quemaduras.

Con su proverbial ecuanimidad, valentía, olfato de conspirador, firmeza y lealtad a la Revolución y Fidel, Pancho González inició el cumplimiento de su nueva misión: organizar y traer otra expedición para la provincia, para lo que también garantizó previamente la recaudación del dinero para financiarla.

A finales de agosto o principios de septiembre de 1958 salió, por la playa de Punta de Carta en un barco secreto, en compañía de Luis Reyes (12), para incrementar las compras de armas, que ya venía haciendo en México el Dr. Heliodoro Martínez Junco, otro de los expedicionarios del Corojo.

Continuará

Notas:

  1. René Ramos Latour, comandante del Ejército Rebelde.
  2. El autor en su investigación periodística ha leído que algunos dirigentes y miembros del Movimiento en la provincia han calificado el desembarco de error o descalabro sin profundizar en las causas, como lo hizo Gómez Ochoa.
  3. En el exilio en Miami y México había participado en la compra de armas para ser enviadas a Cuba.
  4. Comandante José Argibay Rivero
  5. Se refiere a Pinar del Río
  6. Testimonio de Felipe O. Quintana, en el archivo del autor.
  7. JOSE MARIA SANCHEZ FERNANDEZ y René González Novales, Síntesis Histórica del Frente Guerrillero de Pinar del Río, Ediciones Loynaz, año 2028. Páginas 86 y 87.
  8. Testimonio de Alfredo Quintana Ramos (Willy) en el archivo del autor.
  • Jesús Suarez Gayol, conocido en Pinar del Río por el nombre de guerra Dionisio. Nació en La Habana el 24 de mayo de 1936, vivió su infancia en Las Tunas, fue líder estudiantil y dirigente del Movimiento 26 de Julio en Camagüey, herido en combate estudiantil en La Habana, exiliado en Miami y Estados Unidos donde se entrenó militarmente para regresar a luchar a Cuba. Vino en el yate El Corojo, dirigió la sección de acción en Pinar del Río, participó en la fundación del frente guerrillero de la Cordillera de los Órganos. Se incorporó a la columna invasora del Che en la provincia de Las Villas. Alcanzó el grado militar de capitán del Ejército Rebelde. Después del triunfo de la Revolución cumplió tareas en el INRA, director de la Empresa de la Harina, del Instituto Cubano de Recursos Minerales y viceministro del Ministerio del Azúcar. Cayó en combate a los 31 años de edad en Bolivia, formando parte del destacamento internacionalista comandado por el Che Guevara.
  • Armando Pampillo, uno de los más destacados jefes de acción y sabotaje que tuvo la región de Pinar del Río.
  • La CMAL estaba instalada en los altos de la Logia Solano Ramos, en Maceo esquina Rosario. En los bajos funcionaba la CMAB, que no fue dañada. La CMAL demoró semanas para volver al aire de nuevo, pero entonces en los bajos de un edificio ubicado en la calle San Juan entre Martí y Máximo Gómez.
  • La Dirección Provincial del M-26-7, seguramente con la anuencia de Delio Gómez Ochoa (Marcos), decidió que Pablo Fernández Alegre se mantuviera en el trabajo clandestino de la provincia, donde llegó a ocupar el cargo de financiero provincial.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *