La radio en Revolución (I)

En 1959, primer año de la Revolución triunfante, la casi totalidad de las empresas de radio, incluidas las pinareñas, se mantuvieron como propiedad privada.

Con la intervención del Circuito CMQ, en 1960, todas las cadenas nacionales quedaron bajo la dirección y administración del Gobierno Revolucionario.

En 1959, primer año de la Revolución triunfante, la casi totalidad de las empresas de radio, televisión, publicitarias y periodísticas del país, incluidas las pinareñas, se mantuvieron como propiedad privada, excepto las pertenecientes a Fulgencio Batista y sus testaferros, las que fueron intervenidas o confiscadas, como parte de la recuperación de los bienes que habían malversado al erario público.

Doce días después del primero de enero, por resolución del Ministro de Gobernación, comandante Luis Orlando Rodríguez, fue intervenido el Circuito Nacional Cubano (CNC) y sus doce plantas repetidoras diseminadas por distintos puntos del país (1). Al frente de esta empresa se designaron dos de sus trabajadores, que a su vez eran dirigentes de células de base del Movimiento 26 de Julio:   Armando León Acosta y Francisco Vilalta (Paquito) (2).

Propiedades del tirano

El dictador Fulgencio Batista y Zaldívar poseía el noventa y ocho por ciento de las acciones de esta organización radial. El presidente de la compañía era su familiar y testaferro Antonio Perez Benitoa (3), que también fue jefe de la aduana de La Habana. CNC tuvo sus orígenes en las emisoras RHC Cadena Azul y la Radio Repórter Musical, compradas por Batista después del 10 de marzo de 1952.

Edificio en el que estuvo situado RHC Cadena Azul. Imagen tomada de Internet.

El objetivo inmediato y principal de la nueva radiodifusora (4) era la promoción de los candidatos y partidos participantes de la farsa electoral que la dictadura había orquestado para celebrarse el 1 de noviembre de 1954. En aquellas “elecciones generales” había dos candidatos presidenciales: Ramón Grau San Martín, del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y el propio Batista, postulado por la Coalición Progresista Nacional, que agrupaba a los partidos Acción Progresista, Liberal, Demócrata y Radical.

Grau se retiró de la contienda electoral el 30 de octubre, dos días antes de la votación, en una declaración pública que acusaba al gobierno de haber planeado un fraude sin precedentes y de llevar a cabo un reinado de terror.  Batista resultó “electo”, como se esperaba.

En la programación diaria de la CNC ocupaban varios espacios de opinión voceros de los partidos del gobierno y de la “oposición”. Entre los progubernamentales estaba Rafael Díaz Balart, líder juvenil del Partido Acción Progresista, auto titulado “La Voz más alta de Cuba”.

La oposición que suavemente se enfrentaba al tirano, contaba con el programa “Habla Grau”, con la participación personal del expresidente de la República, que volvió a ser aspirante en la segunda y última farsa electoral de 1958 (5).

CNC trasmitía 19 horas diarias.  Arrancaba con un noticiero de cuatro horas estilo Radio Reloj, noticias que se alternaban con anuncios comerciales y la hora exacta cada minuto. El eslogan de la emisora era Reloj de Cuba. Durante los años 57 y 58 se daban a conocer y repetían los partes oficiales del Ejército, que falseaban o tergiversaban los resultados de los encuentros armados entre las fuerzas del régimen y el Ejército Rebelde.

Cadena Oriental y Unión Radio

Otras dos cadenas nacionales que en aquella época tenían objetivos similares a los de la CNC eran Cadena Oriental de Radio y Unión Radio, cuyas señales no se captaban en la ciudad de Pinar del Río (6). Cadena Oriental había sido fundada en Santiago de Cuba y después trasladada para La Habana por el senador auténtico Ricardo Miranda Cortés (El Chino). 

A finales de la década del cincuenta la compró Fulgencio Batista, en sociedad con el contratista Alberto Vadía Mena y otras figuras de su gobierno. Un trabajador de la emisora, José A. Serra (Felito), fue encargado de su dirección, a partir de la intervención oficial.

Unión Radio era desde 1957 propiedad de Eusebio Mujal Barniol, que ostentaba el cargo de secretario general de la CTC, en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de la clase obrera cubana. Este señor utilizó métodos gansteriles para apoderarse y regentear la máxima dirección del movimiento obrero, con la anuencia de los gobiernos auténticos de los años 1944 -1952, los Estados Unidos y durante la dictadura de Batista, a quien apoyó lacayunamente. Batista también tenía invertido capital en este negocio radial.

El Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados situó al frente de Unión Radio al trabajador del sector Wilfredo Rodríguez Cárdenas, jefe de la sección de radio y televisión del Movimiento 26 de Julio en La Habana en la etapa de la clandestinidad. Con su voz se grabó el llamamiento a la huelga general revolucionaria del 9 de abril de 1958.

Los equipos, estudios, instalaciones y el personal de Cadena Oriental y Unión Radio se destinaron, a partir de 1961, a dos emisoras que se convirtieron en cadenas nacionales: Radio Reloj y CMBF (Radio Musical Nacional).

Radio Progreso y CMQ

El 2 de julio de 1960 el Ministerio del Trabajo, en cumplimiento de lo estipulado en la ley 647, procedió a la intervención de la emisora Radio Progreso (7), ya que sus propietarios habían abandonado el país, dejando acéfalo ese centro laboral.

Al escritor humorístico Marcos Behemaras, se le confió la responsabilidad de director de la misma. Después fue promovido a cargos similares en Radio Habana Cuba y la Televisión Nacional hasta su fallecimiento el 16 de noviembre de 1966, en un accidente automovilístico en las montañas de Baracoa, mientras recorría esa región en tareas relacionadas con los proyectos para aumentar la cobertura de la señal de los canales nacionales.

También el año de 1960, el 5 de octubre (8), se produjo la intervención del Circuito CMQ S.A, poderoso monopolio de la radio y televisión y de otras empresas   de los hermanos Goar y Abel Mestre, que, como otros miembros prominentes de la oligarquía y burguesía, habían abandonado el país.

Goar Mestre era uno de los principales empresarios de los medios de comunicación al momento del triunfo revolucionario.

En el cargo de interventor oficial fue nombrado el periodista y abogado Gregorio Ortega. La intervención abarcó más de 20 compañías, entre las que se hallaban Radio Reloj S.A, Radio Centro S.A, Televisión Interamericana de Cuba, Edificio Focsa, Vaillant Motors (agencia de automóviles), Publicitaria Mestre, Conill y compañía, droguerías e industrias de alimentos.

El capital de los Mestre estaba vinculado a grandes transnacionales norteamericanas. Sin embargo, esto no fue causa para decretar la intervención, ni siquiera los programas de contenido contrarrevolucionario que surgieron en CMQ radio y televisión, entre ellos el del comentarista Luis Conte Agüero, que desencadenó una potente campaña divisionista.

Conte Agüero se hacía llamar La Voz más alta de Oriente, provincia de la que era natural, aunque la mayor parte de su actividad política y periodística la realizó en la Habana.

Avanzada la década de los sesenta, CMQ Radio comenzó llamarse Radio Liberación, que dejó de existir en 1976 integrándose a Radio Rebelde, a la que tributó los estudios ubicados en Radiocentro, trasmisores, equipos en general y la plantilla de periodistas, locutores y técnicos.

Consulte el especial: 95 años de la Radio Pinareña

Al cumplirse el segundo año de la Revolución quedaron al servicio incondicional del pueblo y bajo la dirección del Estado, las cinco    radioemisoras más grandes del país. También en ese periodo fueron intervenidas algunas pequeñas y medianas estaciones, como la CMAB de Pinar del Río y en La Habana, Radio Aeropuerto Internacional y Radio García Serra.

Estas acciones por parte del Estado, fueron causadas por las medidas de recuperación de bienes malversados o el abandono de las empresas por parte de sus dueños, pero en ningún caso por motivación política, ni aun aquellas que recibieron suculentos pagos por la propaganda electoral o la publicidad de los ministerios de la dictadura o que desarrollaban  planes discretos o desenfados para fomentar la división de las fuerzas revolucionarios y la confusión ideológica en la población. 

Continuará…

Notas:

1. CNC tenía en Pinar del Rio el indicativo CMAN, la frecuencia de 840 kilociclos y un equipo retransmisor de mil watts de potencia, ubicado dentro de una caseta situada en la carretera Central, cerca del puente del río Guamá y de la entrada de la ciudad.

2. LOPEZ, Oscar Luis, La radio en Cuba, Editorial Letras Cubanas, año 2002, página 447.

3. JIMENEZ Soler, Guillermo. Las empresas de Cuba 1958. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2014.

4. Estudios, equipos y personal técnico, periodístico y artístico pasaron después de intervenida a formar parte de la actual Radio Rebelde.

5. Ramón Grau San Martin, fue presidente de la Republica en el periodo 1944-1948.

6. El equipo retransmisor de Unión Radio, estaba ubicado en el municipio de Consolación del Sur.

7. Radio Progreso, es en la actualidad la cadena nacional más antigua del país. Fue creada en 1929.

8. Juan Marrero, en el libro Cien años de periodismo en Cuba, señala que la intervención de la CMQ fue en septiembre y octubre de 1960, mientras que Oscar Luis López, en La Radio en Cuba (página 447) recoge que la resolución 1000 del Ministerio de Hacienda, es del 11 de noviembre de 1960.

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