
En un contundente gesto de distanciamiento de la creciente corriente internacional, el Gobierno de Estados Unidos rechazó y canceló las visas del presidente palestino, Mahmud Abbas, y de 80 funcionarios de su delegación, impidiéndoles asistir al segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU que se celebrará en Nueva York en la segunda quincena de septiembre.
Esta decisión, anunciada mediante un comunicado del Departamento de Estado, se enmarca en un reforzamiento de las sanciones impuestas el pasado 31 de julio contra funcionarios palestinos, y parece estar encaminada a castigar las investigaciones sobre presuntos crímenes cometidos por Israel.
La postura estadounidense consolida una política exterior claramente opuesta al reconocimiento de Palestina como Estado, una medida que ya han adoptado o están considerando numerosos países como Francia, Canadá, Reino Unido y Australia.
A inicios de agosto, el vicepresidente JD Vance, de la administración Trump, había sentado las bases de esta posición al afirmar: “No tenemos planes de reconocer un Estado palestino. No sé qué significaría realmente reconocer un Estado Palestino, dada la falta de un gobierno funcional allí”.
La medida de cancelar las visas se produce en un contexto de devastadora violencia en Gaza.
Desde el inicio de la ofensiva de Israel el 7 de octubre de 2023, datos oficiales arrojan un saldo de más de 62 mil palestinos muertos y 157 mil heridos.
Mientras la comunidad internacional se prepara para debatir en Naciones Unidas bajo el lema “Juntas y juntos somos mejores: 80 años y más por la paz, el desarrollo y los derechos humanos”, las acciones de Washington representan un significativo obstáculo para la participación palestina en este foro crucial.
(Con información y foto de Prensa Latina.)