
El sonido acompasado de la máquina de coser anuncia que allí, en los altos de la pequeña elevación, anida el arte de una práctica ancestral que no sólo implica la unión de piezas de tela mediante hilos y agujas, sino que también es un medio de expresión creativa y una habilidad práctica que ha trascendido generaciones.
Sonrientes, dos rostros. Dalia Bordallo Mons y Loraine Rodríguez Bordallo, su hija, mantienen vivo en el poblado costero de Arroyos de Mantua un oficio milenario, que ha evolucionado a lo largo de la historia. Incluso en la actualidad, con su carácter creativo, mantiene su demanda.


“La ropa viene confeccionada pero siempre hay detalles que a las personas le gusta acomodar, ajustarse la pieza de ropa. Me gusta mucho cuando comienzo a hacer algo y veo la pieza terminada”, asegura la más joven.
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El día mundial de la costurera es una ocasión para reflexionar sobre la historia de una disciplina apreciada y valiosa una oportunidad para agradecer y honrar a quienes como Dalia Bordallo Mons y Loraine Rodríguez Bordallo continúan con esta tradición de innegable relevancia y encanto.
Escuche la historia de las costureras mantuanas: