
Según Presidencia Cuba en X, el intercambio tuvo el simbolismo de desarrollarse a pocos metros de donde los asaltantes fueron recluidos, y contó con la presencia de uno de los protagonistas del hecho, el Comandante de la Revolución Cubana, Ramiro Valdés.
En el intercambio con los jóvenes, Díaz-Canel recordó la concepción de Fidel de utilizar la prisión como un momento de formación, ahí consolidó su carácter como líder para materializar la victoria.
“Nos guía la historia, así ha sido siempre. Fidel se erigió desde temprano en su propio Comandante en Jefe. Hoy esa historia se ratifica como continuidad en los sectores de vanguardia”, comentó Ramiro Valdés.

Desde el intenso tiempo vivido, el Comandante de la Revolución, recordó episodios duros de la invasión de Oriente a Occidente, pero insistió en que nadie claudicó, y eso fue lo que nos condujo hasta hoy.
Compartió ideas sobre la situación actual del país y cómo desde cada joven, en cada cuadra y comunidad, debe fortalecerse la unidad de todos los revolucionarios. Que la isla chica sea paradigma para la isla grande. Que ustedes sean abanderados del ejemplo, dijo.
En sus reflexiones, Díaz-Canel calificó el acontecimiento como extraordinario; habló de que convirtieron la prisión en victoria, en formación ideológica, se fortalecieron las convicciones en un espacio de estudio, de análisis de obras de Martí, y gestaron ideas estratégicas.

El presidente cubano añadió: “Aquí quisieron matar ideas, y por el contrario se convirtió en luz de ideas, de ahí todo el simbolismo del hecho que estamos conmemorando”.
Señaló que la historia nacional no está separada del mundo, está interconectada. En momentos donde el imperialismo intenta reescribir la historia mundial, son muy importantes estos encuentros.
“Seguiremos encontrándonos para multiplicar la historia», dijo a los jóvenes.

(Con información y fotos de Presidencia Cuba en X)