Conjunto escultórico pinareño: un homenaje perpetuo a los Hermanos Saíz

Justo frente al edificio docente de la Universidad que lleva sus nombres, se erige la majestuosa obra.

Desde hace 33 años, a la entrada de la ciudad de Pinar del Río por la Autopista Nacional, el conjunto escultórico que perpetúa la memoria de los hermanos sanjuaneros Sergio y Luis Saíz Montes de Oca, da la bienvenida a los visitantes.

Justo frente al edificio docente de la Universidad que lleva sus nombres, el artista holguinero Enrique Ávila González erigió la majestuosa obra, la mayor edificada en Cuba en homenaje a los valerosos jóvenes.

Su base es un gigante libro abierto del que nacen dos columnas en forma de fusiles, con las efigies a relieve de Sergio y Luis, coronadas por estrellas.

El autor reveló en su inauguración el 3 de septiembre de 1992: “Para concebirla, primero tuve que estudiar la poesía y el pensamiento de los jóvenes sanjuaneros, así como desarrollar largas entrevistas con la madre de los mártires, todo lo cual fue decisivo para el proyecto escultórico”.

En la ceremonia, en presencia de Esther Montes de Oca, el entonces miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, Abel Prieto Jiménez, destacó la trascendencia de que coincidiera con el inicio de un curso escolar.

Asimismo, se refirió al difícil momento por el que atravesaba el proyecto social cubano, contexto en el que las ideas de revolucionarios como Luis y Sergio Saíz Montes de Oca impulsaban a los cubanos a seguir adelante.

El intelectual cubano convocó a, junto al monumento, inaugurar también una revitalización del estudio de la obra literaria de los Hermanos Saíz, a quienes calificó de poetas de la palabra y de la lucha.

En el año 2017, a propósito del aniversario 150 del otorgamiento del título de ciudad a Pinar del Río, y con la participación del creador, el conjunto escultórico fue objeto de una restauración, que implicó algunos cambios en el diseño original sin perder su esencia.

Foto de Dayam González

Hermanos Saíz: juventud, poesía y Revolución

Sergio y Luis Saíz Montes de Oca, de apenas 17 y 18 años, fueron asesinados por esbirros de la tiranía de Batista el 13 de agosto de 1957. Este brutal hecho sumió en el luto a su familia y consternó profundamente a la nación cubana.

Luis, el mayor, se desempeñaba como Coordinador del Movimiento 26 de Julio en el municipio, mientras que Sergio era su jefe de Acción y Sabotaje.

Ambos militaban en el Directorio Estudiantil Revolucionario, organización que aglutinaba a lo más destacado de la juventud cubana en la lucha por la justicia social.

La familia fue un pilar fundamental en su formación. Recibieron una educación esmerada que les inculcó el amor por el saber, la lectura, el civismo, el pensamiento de José Martí, la honradez y un profundo patriotismo.

Cuba recuerda a los hermanos Saíz

Su paso por las aulas estuvo marcado por una creciente conciencia política. Siempre destacaron por su firme oposición a las injusticias, una postura que se radicalizó con su participación en mítines, huelgas y movilizaciones.

Desde muy jóvenes, los hermanos Saíz cultivaron la escritura como poetas y narradores, legando una obra literaria intensa. Sus textos políticos, escritos durante la adolescencia, sorprenden por su madurez y profundidad.

Muestra de ello son ensayos como “Juventudes”, “Las razas: el problema racial en Cuba”, “¿Por qué no vamos a clases?”, “La Generación del Centenario” y “¿Por qué luchamos?”, este último considerado su testamento político.

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