¿Cómo combatir el ácido úrico con medicina natural?

La cúrcuma y el jengibre son ingredientes que pueden aliviar rápidamente el dolor y la hinchazón en las articulaciones causados por la gota.

El ácido úrico es una sustancia química que se genera en el organismo como producto de la degradación de las purinas, componentes presentes en los núcleos celulares de todos los seres vivos y, por tanto, en prácticamente todas las proteínas que asimilamos.

Cuando los niveles de ácido úrico en sangre son elevados de forma prolongada, se diagnostica hiperuricemia. Esta condición puede provocar la formación de cristales que se depositan en articulaciones y otros tejidos, causando dolor intenso, inflamación y ataques de gota.

Para combatir el ácido úrico, la medicina natural y tradicional ofrece varias soluciones. Sobre estas alternativas conversó el Licenciado Carlos César Callava Couret en la sección «La Solución Natural» del programa Rumbos. El profesor compartió además valiosos consejos y remedios basados en ingredientes naturales.

Imagen tomada de Internet.

Callava enfatizó que el primer paso para controlar el ácido úrico es ajustar la dieta. Recomendó llevar una alimentación pobre en purinas, lo que implica preferir carnes magras sin grasa, aves sin pellejo y lácteos desnatados.

Es crucial evitar el consumo de vísceras (hígado, sesos, riñones), sardinas o arenques en aceite, productos ahumados, sopas y salsas instantáneas, así como legumbres como lentejas, la soya y frijoles blancos.

Destacó que, en su lugar, es preciso incorporar frutas como el plátano y la guayaba, verduras frescas (lechuga, pimientos, pepinos, tomates) y pan integral.

Asimismo, es imprescindible evitar las comidas copiosas y el tabaco, así como el consumo de alcohol y cerveza, ya que inhiben la eliminación del ácido úrico.

Consejos prácticos para una vida saludable

El profesor Callava insistió en el poder de remedios naturales específicos para combatir el ácido úrico elevado:

  1. La cúrcuma y el jengibre: conocidos por sus potentes propiedades antiinflamatorias, pueden aliviar rápidamente el dolor y la hinchazón en las articulaciones, causados por la gota. La cúrcuma, cuyo principio activo es la curcumina, ha demostrado en diversos estudios ser incluso más eficaz que algunos antiinflamatorios no esteroideos. Por su parte, el jengibre complementa esta acción con sus reconocidas propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Ambos pueden ser consumidos regularmente como condimento en las comidas, en infusiones o como suplementos. Sin embargo, debido a que poseen un ligero efecto anticoagulante, es necesario consultar con un médico antes de su consumo si se está tomando medicación como warfarina u otros anticoagulantes.
  2. El vinagre de manzana: tiene la capacidad de ayudar al cuerpo a restaurar su equilibrio alcalino. La evidencia anecdótica y clínica sugiere que es particularmente útil para aliviar los ataques agudos de gota. Su acidez estimula la producción de jugos digestivos y bicarbonato en el páncreas, lo que finalmente ayuda a neutralizar los ácidos en el organismo y a equilibrar el pH. La receta común consiste en mezclar una o dos cucharadas de este vinagre en un vaso de agua y beberlo de una sola vez. Si el sabor resulta demasiado fuerte, se puede comenzar con una dosis menor e ir incrementándola gradualmente. Aunque el vinagre de manzana es el más popular, el profesor Callava señaló que se pueden obtener beneficios similares probando con el vinagre común disponible localmente.

Por otra parte, el especialista abordó un enfoque novedoso: el manejo del pH corporal. Explicó que la acidosis subyacente en muchas enfermedades se puede contrarrestar con una mezcla de bicarbonato de sodio y limón. Media cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua puede aliviar el dolor casi al instante, pero debe usarse con precaución, especialmente en personas con hipertensión.

La combinación con limón, un alimento altamente alcalinizante, potencia este efecto estabilizador, ayudando al cuerpo a retornar a un estado de equilibrio.

El ácido úrico alto es una condición dolorosa y debilitante que, si no se controla, puede evolucionar hacia daños articulares permanentes e incluso afectar la función renal. Es por ello que concientizar sobre los beneficios de una vida y una alimentación saludable se vuelve necesario, además de conocer cuáles son los recursos complementarios que la medicina natural nos ofrece para prevenir y manejar esta condición.

Manténgase al tanto de los consejos y las experiencias compartidas por el profesor Callava, escuchando el audio completo del programa Rumbos:

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