Las enfermedades malignas, especialmente el cáncer, representan uno de los mayores desafíos para la salud global. Su impacto físico y emocional afecta a pacientes y familiares; y además, su multicausalidad -desde factores genéticos hasta hábitos de vida- las convierte en un enemigo complejo.

No obstante, la prevención y los avances científicos ofrecen una esperanza. Así lo destacó en el programa Rumbos, el Máster en Ciencias de Medicina Natural y Tradicional Carlos César Callava Couret. En su sección, «La Solución Natural», desglosó cuáles son las causas, la prevención y el papel de las terapias complementarias en la lucha contra el cáncer.
Callava explicó que entre las causas principales se encuentran factores como la herencia genética, las infecciones virales—como el virus del papiloma humano—y la exposición a radiaciones o sustancias tóxicas. Sin embargo, resaltó que el entorno y el comportamiento humano influyen en un 70-80 por ciento de los casos.
La inflamación crónica, provocada por la obesidad, el sedentarismo o una alimentación inadecuada, es un detonante recurrente. Además, enfatizó que los tumores rara vez surgen por una sola causa, sino por la combinación de varios factores.
En cuanto a la prevención, el especialista mencionó la importancia de cambios en el estilo de vida: evitar el tabaco y el alcohol, mantener una higiene adecuada, practicar sexo seguro y consumir una dieta rica en frutas, verduras y cereales.
También subrayó la relevancia de exámenes regulares, como la prueba citológica para el cáncer de cuello uterino, el autoexamen de mamas, el test de sangre oculta para detectar cáncer de colon y el antígeno prostático (PSA) en hombres. Programas nacionales, como la vacunación contra el virus del papiloma humano en niñas, son esenciales para reducir riesgos.
En el ámbito terapéutico, Callava explicó que, además de tratamientos convencionales como la quimioterapia y radioterapia, existen alternativas innovadoras. Cuba ha desarrollado vacunas inmunológicas, como CIMAvax y Vaxira, para el cáncer de pulmón, y colabora en ensayos clínicos internacionales.
El valor de las plantas medicinales como complemento
Las plantas medicinales pueden complementar el tratamiento y prevención del cáncer. Callava Couret mencionó algunos ejemplos al respecto:
Cúrcuma (Cúrcuma longa): Es quizás la planta más estudiada por sus potentes efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Su principio activo, la curcumina, actúa a múltiples niveles: induce la apoptosis (muerte programada) de las células tumorales, suprime la angiogénesis (la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan el tumor) y modula el sistema inmunológico. Callava insistió en que «controlando la inflamación se controlan muchísimos aspectos del cáncer».
Sábila (Aloe vera): Reconocida por sus capacidades cicatrizantes, antiinflamatorias e inmunoestimulantes. Investigaciones señalan sus potentes acciones antitumorales. El gel transparente de su interior es rico en polisacáridos que pueden ayudar a fortalecer las defensas del organismo.
Jengibre (Zingiber officinale): Primo hermano de la cúrcuma, comparte sus fuertes propiedades antiinflamatorias. Su mayor beneficio demostrado clínicamente es su eficacia para combatir las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia. Un estudio de la clínica Mayo en EE. UU. respalda este uso.
Anamú (Petiveria alleaceae): Callava citó una investigación del laboratorio Oriente, que utiliza este principio en el hospital oncológico de Santiago de Cuba para ayudar a que el cuerpo responda con más energía mediante sus propias defensas.




Guizazo de Caballo (Xanthium strumarium) y Neem (Azadirachta indica): Ambas plantas se encuentran en fase de investigación preclínica con resultados prometedores. El Nim, por ejemplo, contiene fitoquímicos que han demostrado ser eficaces contra el crecimiento maligno, impulsando la muerte de las células tumorales.
Guanábana (Annona muricata): Es una de las plantas más populares en este ámbito. Estudios de laboratorio han relacionado sus acetogeninas con una potente actividad antitumoral, especialmente en investigaciones sobre cáncer de mama y oral. Es crucial aclarar que estos son efectos observados in vitro y en animales, y se necesita más investigación en humanos.


Otras Plantas de Interés:
- Vinca o Vicaria: Es el ejemplo clásico de cómo las plantas han dado origen a medicamentos oncológicos convencionales. De ella se extraen los alcaloides vincristina y vinblastina, ampliamente utilizados en quimioterapia.
- Verduras Crucíferas: Aunque no son una «planta medicinal» en el sentido tradicional, el brócoli, la col y la coliflor son fundamentales en la prevención. Contienen sulforafano, un compuesto con demostradas propiedades anticancerígenas.
- Ajo y Cebolla: Sus compuestos azufrados tienen propiedades que combaten el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Aunque el cáncer es una enfermedad temida, no necesariamente es mortal si se detecta a tiempo. La prevención, el diagnóstico temprano y la terapia complementaria pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y ofrecer nuevas esperanzas, concluyó Callava Couret.
Para conocer más detalles, no te pierdas el audio completo del programa Rumbos con el profesor Carlos Callava: