Claves para proteger a los adultos mayores de las infecciones respiratorias

Un simple resfriado puede convertirse en un riesgo mortal después de los 65 años.

Las infecciones respiratorias representan un riesgo significativo para los adultos mayores, no solo por ser una de las primeras causas de muerte a nivel mundial, sino porque en esta etapa de la vida suelen presentarse con síntomas atípicos.

Factores como la edad, la presencia de otras enfermedades y un sistema inmunológico debilitado aumentan la vulnerabilidad; ello puede derivar en complicaciones graves como insuficiencia cardíaca, desorientación e, incluso, el fallecimiento.

En Rumbos, la doctora Nora María Lemus Fajardo, especialista en geriatría y gerontología, abordó este tema crucial. La experta conversó en profundidad sobre las infecciones respiratorias en la tercera edad, ofreciendo valiosas orientaciones para su identificación y manejo.

Claves para proteger a los adultos mayores de las infecciones respiratorias.
Imagen tomada de Internet.

La doctora Lemus explicó que una infección respiratoria es la colonización de gérmenes (virus, bacterias u hongos) en el sistema respiratorio, el cual abarca desde las fosas nasales hasta los pulmones. La vía de contagio más común es por aspiración, a través de las gotitas de saliva de una persona infectada.

Asimismo, destacó la importancia del uso del nasobuco como una medida de protección efectiva, recordando que durante la pandemia de COVID-19, su uso generalizado logró una notable disminución de otras infecciones respiratorias agudas.

En cuanto a la identificación, la especialista alertó que en los adultos mayores los síntomas pueden ser atípicos y no limitarse a fiebre, tos y expectoración.

Un cambio brusco en su estado habitual, como pérdida del apetito, somnolencia, decaimiento, confusión o incluso una caída, pueden ser las únicas señales de una neumonía subyacente. Ante cualquier cambio sospechoso, es fundamental acudir de inmediato al médico.

Para el manejo en el hogar, la doctora Nora María enfatizó en el tratamiento no farmacológico: ofrecer abundantes líquidos (agua, jugos naturales ricos en vitamina C), mantener la habitación ventilada sin corrientes frías, permitir que el paciente reciba luz solar y cambiar su posición con frecuencia si está encamado.

Una recomendación vital compartida por la especialista es alimentar al adulto mayor siempre en posición sentada para evitar la broncoaspiración, una complicación potencialmente fatal.

Conocer estas particularidades es de vital importancia para los familiares y cuidadores, ya que permite una detección temprana y una atención oportuna, evitando la automedicación y sus riesgos. La intervención rápida y los cuidados adecuados pueden marcar la diferencia entre una recuperación satisfactoria y una evolución grave.

Para profundizar en todos estos consejos y escuchar las explicaciones de la doctora Nora María Lemus Fajardo, lo invitamos a escuchar el audio completo del programa Rumbos:

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