La financiera indicó que la estrategia busca que este capital actúe como catalizador para atraer al mercado privado y movilizar hasta 745 millones de dólares, lo que contribuirá a impulsar el desarrollo sostenible en la región.
«Iniciaremos una gira inmediatamente después de la COP30 con tres fondos, dirigidos a entidades privadas, para captar recursos, con el objetivo de completar cuatro mil millones de reales (745 millones de dólares) e invertirlos en la región», explicó Luiz Lessa, director ejecutivo de Banco de la Amazonia.
Tal iniciativa financiera se alinea con el espíritu de la XXX Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30).
Definida como la «COP de implementación», el foro en la capital del amazónico y norteño estado de Pará centra sus debates en la financiación, con el objetivo de ampliar las acciones para abordar el cambio climático y sus efectos.
El Banco de la Amazonía participa activamente en los debates de las Zonas Azul y Verde de la conferencia, áreas de convenciones y reuniones de negociadores y ministros, aportando su experiencia y presentando estudios, programas y proyectos replicables y escalables.
La institución financia el 60 por ciento del desarrollo en la región.
En la Zona Verde, el banco impulsó, en su pabellón, un intercambio sobre prácticas de inversión que consideran factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en la toma de decisiones financieras.
A las claras, la construcción de finanzas sostenibles, en el panel «Gobernanza Pública como Vía para el Desarrollo Económico y Social». La discusión surgió de un desafío actual: ¿cómo garantizar que el dinero destinado a la Amazonia se utilice realmente para el desarrollo sostenible, de forma transparente y auditable?
En esa ocasión, el expresidente y ministro del Tribunal de Cuentas de la Unión, Augusto Nardes, argumentó que los mecanismos de buen gobierno son fundamentales.
«Gobernar consiste en dirigir, evaluar y supervisar. En este sentido, cuando observamos, por ejemplo, los bancos públicos, la evaluación de riesgos es crucial para garantizar que el dinero del pueblo brasileño se utilice correctamente», señaló. En el stand del banco, también se debatió la adopción de las normas NIIF S1 (Sostenibilidad General) y NIIF S2 (Riesgos Climáticos) en materia de análisis de inversiones y estándares de divulgación en un lenguaje universal, para que las empresas y los bancos puedan informar sobre sus riesgos y prácticas socioambientales y climáticas.
(Tomado de Prensa Latina)



