
La provincia de Pinar del Río presenta una situación epidemiológica que dispara las alarmas de la población y las autoridades sanitarias del territorio. El aumento de los síndromes febriles inespecíficos, la circulación del virus del dengue, del chikungunya, el alza de enfermedades respiratorias, complejizan el panorama médico local.
Según informó a Radio Guamá, la doctora Laidelín Pérez Catalá, jefa de control sanitario internacional y epidemióloga del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, se constata transmisión establecida de dengue en los municipios La Palma, San Luis y San Juan y Martínez, con circulación de los serotipos tres y cuatro, que suelen mostrar signos de alarma e incluso llegar a causar manifestaciones hemorrágicas en algunos pacientes.
Precisó, además, que en los municipios de Minas de Matahambre, Viñales, La Palma, Los Palacios, Consolación del Sur , Pinar del Río, San Luis y Guane, existe circulación viral de chikungunya establecida, aunque con reportes de casos sospechosos en todos los territorios del país.
“Estas arbovirosis, tanto el dengue como el chikungunya, son transmitidas por el vector aedes aegyptis y en la provincia tenemos altos índices de infestación, razón por la cual pueden coexistir en una misma persona las dos enfermedades”, acotó.
La especialista señaló que los primeros casos de esta enfermedad infecciosa se reportaron en octubre pasado. A juicio de la doctora Humbelina Díaz Alfonso, especialista de segundo grado en medicina interna del hospital León Cuervo Rubio, la enfermedad evoluciona por fases, pero de forma continua, es decir, que no existe un periodo entre las fases.
“La aguda dura desde el día que se inician los síntomas hasta 3 semanas posteriores. Después empieza la subaguda hasta los 3 meses y la crónica a partir de los 3 meses. La fiebre es elevada, persistente, que cede poco con las medidas antitérmicas, incluso con la administración de medicamentos, lo cual no debe inquietar ni al paciente ni a los familiares, porque es la evolución natural de la enfermedad.
«Y contra un síntoma puntual no podemos luchar, porque si damos más dosis de la establecida, el paciente pudiera tener síntomas asociados como la fatiga, debilidad muscular, decaimiento, entre otros”, puntualizó.

Díaz Alfonso agregó que la fiebre no es húmeda, la piel se pone roja y caliente y aparecen otros síntomas como inflamación y dolor en las articulaciones (hombros, rodillas, tobillos, muñecas) y después en las pequeñas articulaciones como manos y pies.
“Por eso se le recomienda a los pacientes no usar anillos en las manos, pues cuando aumentan de volumen por la inflamación articular que produce, dificulta o interrumpe la circulación. Ahora, estos síntomas que son los fundamentales se acompañan de dolores musculares. Estamos hablando de una enfermedad viral aguda sistémica que afecta las articulaciones y los músculos de todo el cuerpo, incluyendo las vísceras macizas que son músculos. Otro síntoma fundamental y que aparece con mucha frecuencia son las fatigas”, expresó.
Todos estamos expuestos
La facultativa comentó que existen grupos de riesgos: adultos mayores, los neonatos, lactantes y los niños menores de 2 años.“Cuando hablamos de adulto, hablamos de adultos con comorbilidades importantes como la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica, la diabetes mellitus, la obesidad. No obstante, todos estamos expuestos. En el caso de las mujeres embarazadas, lo establecido por el protocolo de atención a los pacientes, es el ingreso en instituciones hospitalarias”, significó.
Díaz Alfonso, explicó que el cuadro clínico de chikungunya está bien definido, incluso por eso se insiste en que los individuos enfermos deben asistir a las unidades asistenciales. “Los médicos que estamos acostumbrados a verlos, cuando nos describen la enfermedad y vemos al paciente decimos, esto debe ser chikungunya, o, esto debe ser dengue. Y decimos debe, porque la práctica clínica se acompaña de los medios diagnósticos.
«Las enfermedades nos detienen, es por eso que hay que ser cautelosos cuando estamos enfermos y hablamos de una enfermedad que tiene tres fases, y que dura 6 meses. Ahora bien, si el paciente no evoluciona hacia la cronicidad, debe mejorar en tres meses”, puntualizó.
De acuerdo con sus palabras, desde la atención primaria de salud están creadas las condiciones para enfrentar eficientemente la enfermedad, por ello, el individuo que enferma debe ir a su consultorio, ser identificado por el médico de familia y cumplir con un ingreso en el hogar.
Del mosquito y otros demonios
Para hacer una toma de sangre completa, una hembra de aedes aegpty -insecto transmisor del chikungunya – puede picar hasta 10 personas, por eso es el alto nivel de contagio con la enfermedad entre la familia pinareña; de ahí la insistencia de Carlos Fuster, subdirector de la Unidad Provincial de Vigilancia y Lucha Antivectorial , en la necesidad de extremar las medidas en el hogar.

“El 87% de los focos que se colectan en esta provincia están dentro de las viviendas, en los patios o en los depósitos de almacenamiento de agua. Es clave el tema del autofocal, no todo depende de fumigación, es importante el saneamiento ambiental, pero también el intradomiciliario, nuestros patios a veces están cubiertos de hierbas, tenemos depósitos a la intemperie”, remarcó.
Fuster enfatizó además, en la importancia del autofocal laboral, porque también las personas pueden infestarse en los espacios de trabajo.“Una sola medida no va a controlar la situación, se requiere de la interacción de todos y de la disciplina de la población”, aseguró.
Además, informó que en las próximas horas deben llegar a la provincia un grupo de equipos de fumigación, labor que hoy asumen también con un grupo de movilizados, ante la carencia de fuerza propia para realizar las acciones adulticidas.
“Trabajamos de forma estratificada, en los lugares que epidemiología identifica como manzanas con mayor número de síndromes febriles. Se mantiene el tratamiento extra domiciliario, con dos carros que realizan ciclos de fumigación en las calles de la ciudad capital”, agregó.
Llegó el yerbero
En el imaginario popular se han establecido remedios caseros para combatir el virus. Sin embargo, galenos como la doctora Humbelina Díaz Alfonso, especialista de segundo grado en medicina interna, asegura que ninguno tiene un basamento científico probado.
Dentro del tratamiento no farmacológico, informó, el primero y el más importante es el preventivo. “Entre las otras acciones no farmacológicas a utilizar, una vez adquirida la enfermedad, está la ingestión de abundantes líquidos, en dependencia del estado febril que presenta el paciente. A partir de las pérdidas, es el criterio de la ingesta de líquidos, porque tampoco se puede sobrehidratar al enfermo. Es hidratarlo de forma juiciosa.
«Que las infusiones de cereza, escoba amarga y fruta bomba son las ideales, no lo podemos afirmar, porque esas frutas no se han estudiado científicamente, por ello no es ciencia constituida y nosotros no las podemos recomendar. Con relación al tratamiento farmacológico de la enfermedad en las primeras 72 horas, lo primero que siempre vamos a decir y la postura que asumimos como profesionales de la salud, es que se debe acudir a un médico y que sea éste quien indique los medicamentos necesarios para bajar la fiebre”, aseveró.
La especialista explicó que cualquier tratamiento a seguir debe ser bajo prescripción médica; en tanto, manifestó que los pacientes con secuelas de la enfermedad pueden asistir al consultorio del médico de la familia, para evaluación y remisión a otras especialidades como reumatología o fisiatría, en aras de aliviar las molestias asociadas a la infestación por el virus del chikungunya.
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