La radio en Revolución (IV)

En Pinar del Río, la emisora CMAB antes de ser intervenida por el Gobierno Revolucionario, ya se había adherido al FIEL.

Emisoras adheridas al FIEL*

La CMAB antes de ser intervenida por el Gobierno Revolucionario, ya se había adherido al FIEL (Frente Independiente de Emisoras Libres), creado en enero de 1960.

De modo que esa planta fue la primera empresa radial pinareña que pasó a ser propiedad estatal, lo que ocurrió en septiembre de ese mismo año.

Imagen tomada de Internet

Las demás emisoras de la provincia –en aquel entonces sumaban ocho- eran propiedad de particulares que también se incorporaron voluntariamente al FlEL, aunque la mayoría de los dueños y arrendatarios no simpatizaban con la Revolución.

En esta decisión pudo haber influido el apoyo de los colectivos laborales al proceso, y que los organismos y las industrias nacionalizadas mantenían anuncios que significaban buenos ingresos para las compañías radiales.

Un año antes, el Gobierno Revolucionario había creado la agencia de publicidad Intercomunicaciones, que manejaba el presupuesto y las campañas de la mayoría de las dependencias gubernamentales nacionales.

Esta agencia, vinculada a la dirección del periódico Revolución (1) radicaba en el edificio de la Ambar Motors (2).  

Las agencias publicitarias que fueron intervenidas y nacionalizadas por ser propiedad de testaferros de Batista o abandonadas por los dueños, se agruparon en el Consolidado de la Publicidad, subordinado al Departamento de Industrialización del INRA.

Las oficinas estaban en el edificio de Radiocentro, donde radicó la agencia Mestre, Conill y Compañía, intervenida a finales del año 1960.

Un solo medio confiscado

Aunque algunos se han empeñado en decir lo contrario, la Revolución fue muy cuidadosa en la protección de la llamada libertad de prensa.

Ninguna de las emisoras pinareñas fue intervenida o nacionalizada durante los años 1960 y 1961, excepto las que fueron, como la CMAB y Radio W, abandonadas por los empresarios, aunque era conocido el servicio que la mayoría de ellas le habían prestado a la dictadura y las evidencias documentales de las sumas de dinero recibidas del régimen dictatorial.

El único medio de comunicación confiscado por Recuperación de Bienes Malversados, pertenecía a la prensa escrita: el semanario Vocero Occidental (3). El director propietario Juan P. González Clemente, recibía mensualmente 10 mil pesos del despacho de Fulgencio Batista. Este periódico continuó editándose, bajo la dirección del líder estudiantil del M-26-7 Antonio Roig Suarez.

Las causas planteadas por los trabajadores al solicitar la intervención de la CMAB fueron: el abandono de la misma por el dueño y el arrendatario y el incumplimiento del pago de varios meses de salarios acumulados.

La CMAB, en 1959 y parte del 60 estuvo arrendada a Silvio Peña, peruano que vino a Cuba para trabajar en la televisión. La nombró Radio América.

Con iguales motivaciones, los trabajadores de Radio W se dirigieron a la Oficina Provincial del Trabajo, aunque entonces esa emisora no estaba trasmitiendo.

La dirección de radio

En aquellos tiempos, las emisoras intervenidas o confiscadas se subordinaban a algunos organismos estatales, mayoritariamente al INRA, que tenía más de 18. Las de La Habana pertenecían al organismo central y las demás a las delegaciones provinciales.

En el Ministerio de Comunicaciones existió desde mucho antes del triunfo de la Revolución una dirección de radio, pero que yo haya sabido, esta dirección nunca fue propietaria de ninguna emisora. Era una dependencia que en nombre del Estado mantenía la rectoría y las relaciones con los llamados medios aéreos: la radio y la televisión.

También se ocupaba de autorizar o cancelar las frecuencias que podían ocuparse en el dial, suprimir o censurar programas, otorgar certificados de aptitud o títulos de locutores y operadores de radio y televisión, así como del cumplimiento por parte de Cuba de los convenios internacionales en materia de radiodifusión.

Funciones del FIEL

En el FIEL se agruparon las pequeñas y medianas estaciones privadas y estatales, incluidas, entre estas últimas, las cadenas nacionales Radio Rebelde, Cadena Oriental de Radio y Unión Radio.

El FIEL era una singular organización sectorial de carácter político y amplia composición, a diferencia de su antagonista, la   Federación de Radioemisores, que era controlada por los jerarcas de las grandes compañías de radio y televisión.

El FIEL tenía funciones derivadas de   los acuerdos tomados en la convención constituyente, los que reproduzco textualmente, tomados del Portal de la Radio Cubana:

“Las transmisiones en cadena de todos los actos políticos de primer nivel tanto de carácter nacional como provincial.

La defensa de la Revolución y las maneras de hacerla a través de la radiodifusión, con el lema Fiel a Cuba, fiel a la Revolución.

El encadenamiento diario al Noticiero Nacional del FIEL.

La recaudación monetaria para la compra de armas y aviones” (4).

Al respecto, quisiera comentar que la Federación de Radioemisores de Cuba pretextaba compromisos comerciales para no trasmitir en cadena las comparecencias de Fidel ante la prensa y en las concentraciones populares, congresos sindicales, etc.

El noticiero se originaba en la Cadena Oriental de Radio, en la voz del locutor Antonio Pera.

No recuerdo ningún radio maratón organizado en la ciudad de Pinar del Río, para recaudar dinero para armas y aviones, hasta que empezamos a hacerlo en la CMAB, desde los portales de la tienda El Fuego, en la esquina de las calles Martí y Recreo.

Como puede observarse en las funciones mencionadas y basado en mi experiencia personal puedo afirmar que ninguna emisora estaba subordinada técnica, legal o administrativamente al FIEL.

Dirección nacional

La dirección nacional del FIEL estaba integrada por José A. Serra (Felito) interventor y director general de Cadena Oriental de Radio, que era su presidente; como vicepresidente fungía Armando León Acosta, director general de Radio Rebelde; y el  tesorero era Carlos D’Mant, propietario de Radio Codazos, planta local de La Habana.

Wilfredo Rodríguez Cárdenas y Gustavo Mazorra eran miembros con funciones ejecutivas. Cada provincia tenía un coordinador. Esta responsabilidad le correspondió en Pinar del Río a Julio Carranza Valdés, a la sazón jefe del departamento de   divulgación del distrito provincial de Obras Públicas (Micons).

Entre mis primeras actividades como interventor de la CMAB, a la que denominamos Voz del INRA, figuró la visita a La Habana para coordinar acciones comunes con el presidente del FIEL, Felito Serra.

En honor a la verdad, debo decir que no recibí ninguna colaboración ni asesoría, a diferencia de lo que ocurrió a partir de unos meses después, cuando se creó la Oficina de Orientación y Coordinación de la Radiodifusión, formalmente dentro del Ministerio de Comunicaciones; en realidad, dependía de la Comisión de Orientación Revolucionaria (COR) de la Dirección Nacional de las ORI.

Continuará…

Notas:

*Versión actualizada de la crónica Los años 1960-61 en la radio de Pinar del Río II y final), publicada en Facebook.

1. Órgano oficial de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio.

2. En este edificio también radicó Tele Mundo, canal 2. Después fue ocupado por el Ministerio del Comercio Exterior, se encuentra en la calle 23 entre P e Infanta, en el Vedado, La Habana.

3. Personal, equipos y edificio situado en la calle Retiro 111 pasaron al diario El Socialista, fundado en 1962.

4. Información tomada del Portal de la Radio Cubana. Internet. Visto el 27 de octubre del 2025. 4. Internet.

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