
La influencia de la cultura africana en Cuba ha sido fundamental para consolidar la identidad nacional. Esta herencia, que llegó «a la fuerza» con la esclavitud, logró penetrar y enriquecer profundamente todas las expresiones culturales cubanas.
Desde el siglo XIX, el grabado fue un vehículo para retratar la vida popular y las figuras afrodescendientes que la pintura académica ignoraba. Asimismo, las vanguardias del siglo XX buscaban una identidad propia, en la que los elementos africanos cobraron una gran relevancia. Artistas como Wilfredo Lam, René Portocarrero o José Bedia han explorado esta herencia, fusionando símbolos y deidades africanas con las corrientes artísticas internacionales, creando un arte único y reconociblemente cubano.
En el espacio «Estamos Contigo», recibimos a la especialista Yania Collazo para abordar precisamente esta temática, a propósito de la exposición del artista pinareño Luis Contino Roque, inaugurada recientemente en el Centro Provincial de Artes Visuales de Pinar del Río. La muestra sirvió como punto de partida para un análisis más amplio sobre la presencia y evolución de los elementos afrocubanos en el arte de la provincia y del país.
La especialista realizó un recorrido histórico, destacando cómo el arte cubano ha bebido de esta fuente de manera constante. Explicó que, mientras en el siglo XIX la pintura académica era predominantemente europeizante, el grabado permitió la representación de la Cuba negra y mestiza.
Con las vanguardias del XX, artistas como Lam o Portocarrero integraron de lleno esta herencia en sus obras, fundiendo lo africano con lo cubano de manera magistral. En la contemporaneidad, creadores como Toirac o la fallecida Belkis Ayón, han seguido explorando estos temas, ya sea desde la religiosidad popular o desde la crítica social.
En cuanto al contexto pinareño, Yania Collazo destacó la obra de tres artistas locales que abordan esta herencia desde diferentes perspectivas. El primero de ellos, Humberto Hernández (El negro), es un artista que traslada a sus lienzos expresionistas la esencia del monte y la costa, creando atmósferas que palpitan con un espíritu ancestral africano.
Mencionó también a Lázaro Prieto, quien a través de la fotografía, el video y el performance, realiza una profunda y crítica exploración sobre la discriminación racial y la auto-discriminación, usando su propio cuerpo como medio de expresión.
Finalmente, enfatizó en la obra del propio Contino Roque, expresando que la misma es fruto de su vida y su práctica religiosa. Sus piezas, cargadas de simbolismo y elementos orgánicos, son un recorrido por las deidades y sabiduría de cultos como el Palomonte, integrando también íconos de la cultura cubana como José Martí.
La exposición de Contino, que ocupa las tres salas del Centro Provincial de Artes Visuales, funciona como una retrospectiva de su trayectoria. Se caracteriza por su complejidad formal y conceptual, donde cada elemento tiene un significado profundo.
La muestra está enriquecida con textos explicativos que guían al espectador, creando un «santuario» que invita a la reflexión y a la paz, a través del diálogo con la naturaleza y las tradiciones.
La herencia africana no es un elemento exótico ni ajeno, sino un componente fundamental de nuestra identidad cubana, que sigue viva y evolucionando en el arte contemporáneo.
Si desea conocer todos los detalles sobre el tema, lo invitamos a escuchar el audio completo del programa «Estamos Contigo» con la especialista Yania Collazo:
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