
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció durante su programa Con Maduro+ el envío de una carta al Papa León XIV para solicitar su intervención en el caso de 18 niños venezolanos separados de sus familias por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
La misiva, firmada en nombre de las madres y abuelas de los menores, también busca el apoyo de la Iglesia Católica estadounidense y de El Salvador para proteger a 252 migrantes secuestrados en este último país, y a aquellos en centros de detención de Estados Unidos.
«Le pido ayuda a la Iglesia Católica para que proteja a los migrantes», enfatizó Maduro, quien aseguró que el retorno de los niños a sus familias es una prioridad humanitaria para su gobierno.
La carta del mandatario al Papa León XIV será entregada al Vaticano a través de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, luego de que representantes eclesiásticos mostraran solidaridad con las familias afectadas durante el programa.
El mandatario criticó la apertura de un nuevo centro de detención en Florida, donde serán recluidos tres mil migrantes. Lo describió como un lugar «horroroso, rodeado de pantanos, cocodrilos y serpientes», coincidiendo con reportes de que el expresidente Donald Trump asistiría a su inauguración.
Maduro acusó al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, de actuar en favor de «los intereses de Washington y las élites europeas», denunciando que su oficina está «secuestrada y politizada» en perjuicio de las naciones del Sur Global.
En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, propuso que la carta al Papa sea firmada masivamente por los venezolanos y anunció que el Parlamento declarará persona non grata a Türk este martes.
Según Rodríguez, los niños secuestrados tienen entre uno y nueve años, y la mayoría son menores de cinco. La medida busca presionar por una solución ante lo que califican como una violación a los derechos humanos.
(Con información y foto de Prensa Latina.)