César Hidalgo Torres: “Me conquistan los programas que están vivos”
En su posición de jurado del Encuentro de Jóvenes Radialistas La Vueltabajo, nos regala estas y otras afirmaciones.

Una conversación con el profe Hidalgo Torres es siempre movilizadora. Tiene una sinceridad sin filtros, que a ratos provoca también una sonrisa; y uno encuentra en sus palabras el reflejo de la identidad, holguinera y cubana.
Le interesa lo cotidiano, por humano; la sencillez del lenguaje y la emoción a través de la historia, por lo que sus coterráneos, en la calle, lo llaman respetuosamente, el historiador de la ciudad.
Por estos días, en su posición de jurado del Encuentro de Jóvenes Radialistas La Vueltabajo, nos regala estas afirmaciones.
Dirigir programas puede ser un reto. ¿Cuál es su estrategia para fomentar la creatividad y a la vez mantener la coherencia y la calidad?
“Solo se mantiene la coherencia y la calidad del programa cuando tienes un ser creativo que dirige el equipo. Si no tienes nada nuevo que contar, la gente no se va a motivar, y eso significa que no hay calidad. Por tanto, no tengo ninguna estrategia pensada, sencillamente cuento historias que me penetran por las planta de los pies”.
¿Cuál ha sido el proyecto radiofónico del que se siente más orgulloso?
“Al que le he dedicado más tiempo tiene ya 25 años al aire, se llama Huellas. Es una charla expositiva sobre temas de historia local. Llegué a ese programa sin muchos deseos de hacerlo porque lo que sabía de historia eran esas cronologías que te enseñan en la escuela, pero una vez que llegué a él me vi en la obligación de investigar. Descubrí que a lo mejor debía haber estudiado Historia y por eso hoy hago el doctorado sobre el tema en la Universidad de Holguín, por invitación de la propia universidad.
“He podido descubrir que las historias se construyen como en el dramatizado o se narran como en una charla expositiva; se hacen para orientar a las personas, y son asunto en el campo de la ética y en la formación de valores…El programa dura media hora, sale diario. Me ha llevado a leer mucho y a revisar papeles viejos, reconstruir historias, seguir pistas y a veces me veo como un investigador policial, solo que los hechos ocurrieron muchos años atrás”.
Usted combina su labor como director de programas con la docencia…
“Llevo casi 26 años como profesor de FAMCA en Holguín. Fue el lugar en el que me gradué y después de tres años me llamaron para que diera Dirección de radio primero, luego Política y Programación, y ahora, Guion. …Cuando hablamos de formación en los medios hablamos de realizadores y punto.
“Deberíamos formar los artistas, claro, pero también los directivos, los grandes productores -que es eso lo que deben ser los directivos. Lamentablemente en Cuba tenemos muchos administradores de medios y muy pocos directivos, o sea, sin perspectiva, sin visión. El acto de dirigir se aprende como mismo se aprende el de realizar los programas. Es importante llevar la parte teórica y práctica al mismo tiempo, es lo útil, y te permite ver el medio como un todo.
“Y claro, FAMCA forma artistas, lo que pasa es que muchos de esos artistas serán directivos”.
En la era del podcast y la digitalización, ¿qué desafíos enfrenta la radio tradicional y cómo se adapta su programación a este ecosistema?
“Los medios tradicionales tienen gente que están obligados a evolucionar: la radio tal cual la conocemos va a desaparecer dentro de cinco años. Y no es que no habrá radio, es que será otra. ¿Cuál? No sé. Uno empieza a entreverla. Será una trasformación muy grande. La radio actual ha hecho sus intentos, algunas personas ya han logrado ciertos atisbos del nuevo lenguaje, pero nada más.
“Lo triste es que la radio todavía no sabe para dónde va. Por ejemplo, me parece ridículo hacer programas con voces de inteligencia artificial teniendo aun grandes locutores, o que la web parezca más un periódico y que no tome en cuenta el producto estrella de la radio, que es el sonido”.
¿Cuáles crees que deben ser las habilidades fundamentales que todo buen comunicador debe desarrollar hoy día?
“Oír a la gente. Tenemos muchos comunicadores que creen que por su oficio es a ellos a quienes tienen que oír y rara vez, prestan atención a lo que la gente le está diciendo. Debes saber que estás para reflejar (un poco o hasta donde puedas) la vida de cada día: que son los conflictos, las aspiraciones de la gente, los sueños rotos, sus deseos.
“Óyelos con cuidado y luego empieza a buscar historias en la que los temas sean precisamente esos. Cuéntalas como lo hacen las madres cuando duermen a sus hijos, no importa que las historias ocurran en la luna o en el fondo de la tierra, o si los personajes son un conejo o un ser humano; lo que la gente quiere es saber que hay quienes, como ellos, también están luchando por conseguir cosas y darse impulso.
“La radio se hace solo con sonido pero es posible crear con ese sonido imágenes. Se comunica cuando el oyente puede ver, entender, tocar, oler, prácticamente, lo que se le está contando, cuando siente que es la vida tal cual, la que está regresando por ahí.
“Y también es importante saber que no estás para dar todas las respuestas o para cambiar el mundo. El mundo lo cambiamos entre todos o no cambia. A nosotros solo nos toca un pedacito”.
Cómo jurado de La Vueltabajo ¿qué es lo primero que escucha o busca en un proyecto para que destaque entre los demás?
“Me conquistan los programas que están vivos. Los programas que cuentan la vida de verdad, de hoy, sin que crean que porque pusieron un conflicto serio llegaron a la profundidad del asunto. Nunca se llega a la profundidad del asunto: el ser humano real es mucho más profundo.
“No pongo condiciones al programa antes de oírlo. Voy limpio. Escucho y espero que me motive. Algunos lo consiguen, otros no. Sin embargo, los jóvenes no tienen todas las manías que tenemos los viejos y voy a este tipo de eventos como jurado no solo a repartir premios, sino también para limpiarme de tabúes y malas prácticas que uno adquiere con los años, al ver cómo ellos lo consiguen hacer de otra forma, que funciona, y siento, por tanto, que debería empezar a aprender otra vez”.
Más allá de la técnica ¿qué cualidades intangibles valora más en un participante?
“Me gustan los participantes que quieren a su proyecto tanto como para ser capaces de dar su sangre, sin perder la humildad”.
¿Cree que concursos como este son vitales para el futuro de la radio? ¿Por qué?
“No sé si vitales, pero entiendo su importancia. Los festivales crean paradigmas: esos programas que van ganando y se convierten en metas para otros. La Radio Cubana debe financiar eventos del medio, porque se nos están acabando los paradigmas: fueron muchos años sin Festival Nacional, sin que se le diera demasiada validez a La Vueltabajo, estuvimos sin el Lloga…”
Para un joven que está empezando y sueña con tener su propio programa ¿cuál sería el primer paso que le recomendaría dar?
“Que no se vaya a meter en camisa de once varas por tener su propio programa, que primero esté en el programa de otros muchos, que le superen en experiencia y cuando de verdad haya obtenido la práctica pues que desarrolle su programa. No hay que apurarse, tiene tiempo, ahora está para aprender, no para enseñar nada. Le deseo tino para saber cuándo está listo para empezar a meter la pata. Hay que soñar, y punto”.



